La selección española femenina de balonmano deberá esperar a la última jornada, en la que se medirá con la sorprendente Angola, para sellar su pase a los cuartos de final del torneo olímpico, tras caer ante Rumanía en un encuentro en el que España se estrelló contra la portera rumana Paula Ungureanu.

La excepcional actuación de la guardameta rumana, una de las habituales en el bestiario particular de las "guerreras", evitó el triunfo de un conjunto español, que cuando hizo lo más difícil, remontar los seis goles de desventaja (17-11) con los que contaba al inicio del segundo tiempo, se estrelló con Ungureanu.

Fue un muro casi infranqueable para una selección española que tan solo recordó en la garra y el coraje al equipo que deslumbró hace apenas dos días con su contundente (29-24) victoria sobre Brasil. "Cuando en ataque jugamos demasiado directo nos trabamos, tenemos que ser más listas y jugar más largo, porque es así como conseguimos situaciones más claras de gol", insistía una y otra vez Jorge Dueñas en la víspera del partido. El conjunto español pareció olvidar esa lección y se empeñó en tratar de superar la defensa rumana con apenas un par de pases, forzando precipitados lanzamientos que sólo sirvieron para engordar la estadística de la portera Paula Ungureanu.

Esta derrota obligará a ganar el lunes a Angola para estar en los cuartos de final y poder luchar por un metal en Río.