Gran número de aficionados, casi un millar de personas, acudieron ayer hasta Benegiles para disfrutar de su ya tradicional Slalom en una edición que quedará marcada por la espectacularidad que ofrecieron sus participantes, aunque estos no fueran pocos más de una decena. Doce pilotos pero con vehículos bien preparados y de gran calibre como los BMW zamoranos o el Seat 127 que presentó uno de los corredores vallisoletanos.

Coches preparados para hacer disfrutar al público como así ocurrió en cada una de las cinco mangas que se realizaron sobre un circuito diseñado para captar al espectador y permitirle observar todas las virtudes de los conductores y sus máquinas. Y no era sencillo este objetivo ya que, además de los habitantes de la localidad anfitriona y sus alrededores, a las orillas del trazado había mucho experto y pilotos que, por diversos motivos, ayer no pudieron tomar la salida y divertirse recorriendo cada curva a todo gas.

La cita cumplió con las expectativas y nadie quedó descontento con la tensión y la velocidad de la que se caracterizaron las tres clases de las que se compuso el slalom. Categorías en las que el salmantino Jorge Sánxez, el vallisoletano José Luis Pérez y el zmaorano Ángel Fontanillo fueron los ganadores.