El Manchester City está dispuesto a romper todos los récords de traspasos en el mundo del fútbol con un objetivo: juntar de nuevo a Pep Guardiola y Leo Messi como "citizens". Guardiola y Messi coincidieron cuatro años en el Barcelona: entre julio de 2008 y junio de 2012.

Por partes. Guardiola finaliza al término de la actual campaña su vinculación con el Bayern de Munich y aunque el club bávaro ya le ha puesto sobre la mesa una oferta de renovación el técnico catalán de momento no la ha rubricado. Es más, se apunta tanto desde Manchester como desde Barcelona que Guardiola ya habría dado el visto bueno a su amigo Txiki Begiristain, director técnico del City, para ser el relevo la próxima campaña del chileno Pellegrini.

En el Bayern también parecen dar ya por perdido a Guardiola. "Si se fuese, llegaría otro entrenador excepcional", afirmó el jueves Karl-Heinz Rummenigge, el director general del conjunto muniqués.

La opción más complicada sería la de Messi, pero para hacerse con los servicios del jugador argentino el equipo propiedad del jeque de los Emiratos Árabes Mansour bin Zayed prepara una mega oferta tanto para el jugador como para el Barcelona. Así, según mantenía en su edición de ayer el diario "The Sun", el conjunto inglés estaría dispuesto a presentar una oferta de 120 millones de libras (170 millones de euros) al conjunto azulgrana por el astro argentino, de 28 años, y a éste una ficha anual de 57 millones de euros.

Pese a su elevada cláusula de rescisión, situada en 250 millones de euros, tanto el propietario del City como su director ejecutivo, el exdirectivo azulgrana Ferrán Soriano, creen según "The Sun" que el Barcelona podría aceptar una oferta en torno a los 170 millones, máxime visto el comportamiento del equipo, con Neymar y Luis Suárez como líderes, durante los dos últimos meses, en los que el argentino estuvo lesionado. "The Sun" también mantiene que emisarios del equipo inglés se habrían reunido en varias ocasiones con representantes del futbolista de Rosario.

El nuevo y sustancioso contrato de derechos de televisión de la Premier League, que a partir de la próxima temporada pasará de los 4.300 millones de euros actuales a cerca de 7.000 millones por cada una de las tres próximas campañas, financiaría parte del costoso traspaso, según concluye el diario inglés.