El GCE Villaralbo cayó derrotado en un igualado encuentro ante un Bupolsa que se adelantó en los instantes finales, cuando el partido parecía condenado al empate, tras un remate de Zamora que supuso el 2-1 definitivo y, por lo tanto, la primera derrota de la temporada.

Todo parecía acabado cuando el cansancio era notorio entre los jugadores de ambos equipos y, tanto Bupolsa como Villaralbo se conformarían con el reparto de puntos, pero una genialidad de Zamora condenó al equipo zamorano.

Fue el doloroso epílogo para un encuentro en el que ambos rivales ofrecieron un bonito duelo de poder a poder en la primera mitad, pero que fue decantándose del lado local en el segundo acto, más por presencia y agresividad en la zona ancha que por definición pues la oportunidades de peligro brillaron por su ausencia. Y quizás las más peligrosas correspondieron a los zamoranos.

Dos rivales que dispensan un buen trato al esférico saltaron al terreno de juego de Pallafría con la intención de sumar tres puntos a su casillero sin especular en ningún momento.

Al cuarto de hora de juego el Bupolsa reclamó un penalti por manos de un defensor del Villaralbo en una acción de estrategia que había rematado Saúl. Pero el trencilla consideró que la acción había sido involuntaria.

Los dos equipos trataban de imponer sin fortuna su ley en la zona ancha y el intercambio de golpes era una constante del juego. El Villaralbo se adelantó en el marcador en el minuto 26 en un saque de banda que sorprendió a la zaga local. Tejedor recibió el balón y emprendió una diagonal partiendo desde la derecha que concluyó con un zurdazo ajustado a la base del poste que hizo inútil la estirada de Álex.

La respuesta blanquinegra no se hizo esperar. Un minuto después Dava enganchó un sensacional derechazo desde unos 20 metros que se estrelló primero en el larguero y luego en el palo con el meta visitante ya batido. Pero la madera escupió el esférico.

Enrrabietado por verse a remolque en el marcador el Bupolsa ganó metros a base de coraje. Y encontró la recompensa a su ambición en el tramo final del primer tiempo cuando el bullicioso Bruju no desperdició un buen servicio atrás de Zamora para sacar el guante de su pierna izquierda y batir de disparo raso y ajustado a la cepa del poste al meta Juanjo.

El paso por los vestuarios sentó mejor al bando local, que ganó metros sobre el césped y volcó el juego en el campo del Villaralbo, aunque sin la profundidad y claridad necesaria para sentenciar la contienda. Bruju, Guti y Dava buscaron el tanto con lanzamientos desde la frontal que no encontraron los tres palos en el primer cuarto de hora de juego.

El Villaralbo tenía problemas para sacar el balón jugado y trataba de saltar líneas con balones en largo para evitar las pérdidas de balón ante la presión burgalesa. En una acción aislada en el minuto 62 tuvieron los zamoranos el 1-2. Diego Tejedor filtró un balón entre los dos centrales que dejó solo a Garban, cuyo disparo ajustado al palo fue detenido en una gran intervención por Álex.

A partir de ese momento el ritmo decayó y el choque se fue haciendo cada vez más espeso. Solo Zamora fue capaz de cambiar el rumbo en una gran jugada final que supuso el gol de la victoria burgalesa.

Diego Rojas, entrenador del GCE Villaralbo, no dudó en señalar al finalizar el desgraciado partido que "ha sido una lástima encajar el segundo tanto en el tramo final. Lo cierto es que en la segunda parte no hemos estado tan bien como en la primera, quizás hemos acusado demasiado el desgaste físico. Pero en líneas generales he visto bien al equipo, que creo que puede plantar cara a cualquiera".

El entrenador del equipo zamorano añadió que en "la segunda mitad hemos perdido el centro del campo, porque el Bupolsa nos cerró muy bien por dentro. Y nos faltó claridad en el último pase, aunque sí dispusimos de un par de acciones en las que nos pudimos llevar el partido", y terminó subrayando que "ahora tenemos que pensar solo ya en el próximo partido en casa para intentar sumar los tres puntos. El equipo quiere estar adelante", concluyó Rojas.