El presidente de la Federación de Castilla y León de Piragüismo, Alberto Amigo, no ha querido entrar en polémicas con el "caso Carlos Vega", pero sí admitió ayer a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA que "personalmente" la inhabilitación de dos años al canoísta le parece "desmesurada", y es que es mayor que si se tratase de un caso de dopaje. No obstante, el responsable regional, también zamorano, dejó claro que "como Federación no podemos ir en contra de una normativa". Así las cosas, desde la Territorial respetan los estatutos nacionales que contemplan esta sanción para el integrante de la ADZ que en el pasado Europeo de Maratón (donde logró el bronce en Sub-23) lució su propia publicidad, la que le permitió costearse el viaje a Eslovenia, en una zona de la embarcación reservada para la publicidad institucional, una decisión que ahora podría acarrearle el fin de su carrera deportiva.

A día de hoy, la situación para Carlos Vega parece más complicada aunque el futuro continúa siendo una incógnita ya que el abogado del canoísta ha decidido que, antes de acudir a la justicia ordinaria para tratar de que rebajen o eliminen el castigo, va a agotar cualquier resquicio legal en el Comité Nacional del Deporte, sin desdeñar la opción de acudir al Tribunal Administrativo del Deporte.

Con el futuro en el aire

Mientras, el protagonista de la noticia del verano se mantiene a la espera de acontecimientos y sigue sopesando la posibilidad de competir en Portugal la próxima temporada, si finalmente la Federación no rebaja los dos años de sanción, aunque es algo que no decidirán hasta los próximos meses.

Carlos Vega es claro y asegura que durante todas estas semanas ha sentido el respaldo y apoyo de compañeros y del mundo del piragüismo y del deporte en general, incluso "más de lo que me esperaba".

No obstante sí admitió sentirse decepcionado por la actitud de los responsables institucionales, tanto a nivel nacional, como regional y provincial.