Es muy difícil ver en un mismo encuentro dos partes tan diametralmente distintas. El Atlético benavente protagonizó una primera parte muy espesa, sin juego, con errores tanto de pase como en defensa, con exceso de precipitación, aunque por fortuna el rival, muy voluntarioso y luchador era poco efectivo. Tenía que abrir el marcador para los locales Álvaro de doble penalti pero casi habían transcurrido 15 minutos de juego.

La insistencia foránea hacía que a falta de escasos segundos para terminar la primera parte empatara para el San José, su hombre más activo, Samuel, al recoger un rechace al borde del área después que el esférico pegase en el poste.

Parecían atenazados los blanquiazules, totalmente desconocidos, pero la segunda parte volvía "la magia". Primero Zorro con un golazo a la escuadra y después San Román al culminar una contra perfecta de todo el grupo, encaminaban el partido.

Desde ese momento volvía la alegría al juego de los de Calero, que fueron un auténtico martirio para los charros, que pusieron una seria resistencia, dando la cara siempre, incluso tratando de acortar distancia jugando casi toda la segunda mitad con portero jugador.

La expulsión del jugador visitante, Samuel, en el 35 fue demasiado rigurosa, dejando a sus compañero con solo tres hombres de pista, poco después un nuevo gol, éste de Jorge devolvía la igualdad de efectivos en la pista.

Con todo, cara y cruz de un Atlético Benavente que jugó dos partes totalmente distintas, dejando constancia en la segunda de los que son capaces los de Santi Calero.