La ucraniana Natallia Dobrynska, campeona olímpica de heptatlón, batió el récord mundial de la combinada femenina en sala (pentatlón) con una suma de 5.013 puntos que le reporta un premio de 90.000 dólares (50.000 por la plusmarca, 40.000 por la victoria) en la primera jornada de los Mundiales. El récord mundial anterior estaba en poder de la rusa Irina Belova con 4.991 puntos desde el 15 de febrero de 1992.

Se trata de un triunfo psicológico para Dobrynska, a cuatro meses de los Juegos Olímpicos de Londres, porque a diferencia de otras disciplinas, en el pentatlón y en el peso masculino, la otra final de la primera jornada, no han faltado los mejores del mundo. Dobrynska evitó que Jessica Ennis revalidara su título mundial pese a que la británica parecía haber sentenciado la contienda en las dos primeras pruebas. Con marcas de 7.91 en 60 metros vallas y 1,87 en altura, Ennis dejó muy atrás a la rusa Tatyana Chernova, que el año pasado la había vencido en la final de los Mundiales al aire libre de Daegu y con quien estaba llamada a librar aquí la gran batalla. Su mejor registro de siempre en peso (14,79) puso a Ennis incluso a tiro de récord mundial, 43 puntos por delante de su resultado de hace dos años en Doha, donde se quedó muy cerca de la plusmarca, pero falló en longitud (6,19). Tres atletas -Ennis, la lituana Austra Skujyte y Dobrynska- llegaron a las dos últimas disciplinas (longitud y 800) en un estrecho margen de 29 puntos, y el salto resultó decisivo: Dobrynska sumó 1.030 puntos con su magnífica marca de 6,57 para elevar su total a 4.065 y ponerse al frente seguida de Skujyte (3.978) y de Ennis, que cayó al tercer puesto (3.972).

Luis Felipe Méliz (longitud), Ruth Beitia (altura), Javier Abad e Isabel Macías (1.500) sentaron plaza de finalistas en el arranque de los Mundiales en pista cubierta, cuya primera jornada deparó a España el fiasco de Eusebio Cáceres en una criba de longitud relativamente barata. Beitia, la mejor saltadora española de todos los tiempos, se despedirá hoy de los Mundiales en pista cubierta luchando por las medallas en su séptima y última participación. La cántabra esperó a que el listón subiera hasta los 1,83 para ejecutar su primer salto. Superó la altura sin problemas. En 1,88 rozó el listón pero no lo derribó. A continuación saltó, siempre a la primera, 1,92. Su primer fallo se produjo en 1,95, justo la marca que abría directamente las puertas de la final. No pudo con ella, pero con 1,92 le bastó para estar entre las ocho mejores (séptima).

Eusebio Cáceres dio la de arena, eclipsado por Méliz en la calificación de longitud. El canguro de origen cubano voló en su primer salto hasta los 8,10, la segunda mejor marca de los 15, mientras que el campeón de España se quedó fuera con 7,71.