La Orden de la Consejería de Agricultura que autoriza la quema de cunetas, linderos y desagües de parcelas en las comarcas de Campos-Pan y Bajo Duero aún no ha tenido aplicación en Zamora, a pesar de su publicación, el pasado 7 de noviembre. La organizaciones agrarias mucho se temen que se establezca el plan de quema «cuando vengan las lluvias», por ello demandan la «inmediata» aplicación de la medida contra la plaga de topillos que en la provincia podría haber sufrido un repunte, como se indica desde las organizaciones agrarias, tanto Coag como Asaja y Upa.

La preocupación vuelve a ser latente después de un "periodo de gracia" y los agricultores vuelven a ver a los roedores zonas del este de la provincia. El Grupo Parlamentario Socialista preguntará hoy por las medidas previstas por el Gobierno regional para afrontar el «rebrote» de la plaga de topillos. Un hecho admitido implícitamente por la propia Consejería de Agricultura al autorizar el refuerzo de medidas co la quema de cunetas y lindero. La propia Orden explica que «después de las medidas de lucha implantadas se hace necesario intensificar las actuaciones en determinados lugares que se han constituido en reservorios».

Ante esta situación, el presidente de Coag, Miguel Blanco, considera «justificadísmo» activar, tanto la comisión de seguimiento de la plaga constituida por la Junta en verano, cuando la situación era más crítica; como la que reunía periódicamente a los representantes de la Cámara Agraria con el Servicio Territorial de Agricultura. «Sobre las últimas medidas no se nos ha consultado nada, ni a las organizaciones ni a la Cámara; estamos a la espera de que se establezca un calendario sobre las quemas de cunetas. Nuestro planteamiento es que se actúa en todas a lo largo del otoño e invierno y se evalúe el repunte, no sólo en las zonas no tratadas sino en todas».

Para Blanco, la caída de la plaga de topillos «se ha demostrado que tuvo un carácter coyuntural y fue de forma natural. Las quemas fueron muy limitadas, la limpieza también y los tratamientos químicos realmente tuvieron efecto al principio». El presidente de Coag advierte que «si no se ataca lo que se ve ahora, la plaga puede trasladarse a la siguiente campaña y en primavera podemos estar perdidos. En estos momentos la situación es peor que en noviembre de 2006 y, o se adoptan medidas, o el repunte puede ser peligrosísimo».

Vicente Calzada, presidente de Asaja, no ha dudado en cuestionar la efectividad de las medidas adoptadas al final del verano -quema de rastrojos y productos químicos-, que «fueron puro marketing. Nosotros pedíamos una quema masiva, una limpieza intensa de cunetas, quemar todos los perdidos. Dijimos en su momento que lo que se había hecho era insuficiente y esta intensificación de la plaga nos viene a dar la razón».

Para Aurelio González, secretario provincial de Upa, «el problema es gravísimo, se nos vuelve a ir de las manos como ha pasado este verano. Las quemas de cunetas y linderos ya deberían haber empezado y así se lo dije personalmente el jueves pasado al delegado territorial. Cuando quieran desarrollar la Orden de la Consejería empezará a llover y no quiero ni pensar lo que va a ser la próxima primavera. González habla directamente de «plaga, porque en muchas zonas arando a vertedera se van claramente las camadas nuevas. Hay que actuar urgentemente». La Unión de Pequeños Agricultores se plantea promover movilizaciones en Zamora «si la Administración no actúa rápidamente. Vuelven a negar la evidencia», concluye.