San Miguel de la Ribera.- El concejal popular del Ayuntamiento de San Miguel de la Ribera, José Francisco Jiménez Galindo, médico de profesión, afirma haber dado «los pasos oportunos para interponer una querella criminal por presuntos delitos de calumnias y/o injurias» contra la alcaldesa, la socialista Raquel Pascual Blanco. Una querella que, según precisa, extenderá «a los concejales de su grupo político o terceras personas que, de una u otra forma, hubieran podido participar en la difusión de tan inciertas aseveraciones».

Responde así a las críticas vertidas por el equipo de Gobierno que, en contestación a unas recriminaciones suyas anteriores sobre el encierro que terminó con heridos graves, denunció públicamente a Jiménez Galindo «por el abandono de su persona en condición de médico y concejal del Ayuntamiento del lugar de los hechos, sin preocuparse ni ofrecer su colaboración a las víctimas».

«Respecto a la pretendida falta de auxilio a las víctimas del encierro, la patente falsedad resulta de extremada gravedad, máxime mi condición de médico. Me encontraba al final del recorrido del encierro, como pueden corroborar numerosos testigos, aproximadamente a más de 1,5 kilómetros de su inicio, lugar donde se produjo el percance de las personas afectadas».

Jiménez Galindo añade que «tan pronto como tuve sospecha de que podía haber ocurrido algún percance, al oír una ambulancia, que ya evacuaba a los heridos graves, me dirigí de forma inmediata en dirección al inicio del recorrido, cruzándome con el público que abandonaba el lugar por razón de que el encierro se había suspendido, de tal forma que cuando llegué ya se había retirado a los dos heridos más graves, ofreciéndome a los agentes de la Guardia Civil para cuanto fuese preciso y atendiendo a otro herido que había sufrido diversas heridas y que no había sido atendido hasta el momento según me refirió».

Señala que «la propia alcaldesa, presente en el lugar de los hechos antes que yo, y conocedora de mi condición de médico, no requirió mis servicios, si tales hubieran sido precisos según su criterio, ni telefónicamente cuando me vio en el lugar de los hechos».

José Francisco Jiménez destaca seguidamente que «tiene una amplia y reconocida trayectoria profesional precisamente en servicios de emergencia, por lo que soy especialmente sensible a este tipo de situaciones. Ello, unido al desempeño de cargos públicos de carácter sanitario en diversas administraciones públicas, dota de mayor gravedad, si cabe, la falsa imputación».

Reitera, respecto a la causa de las cogidas, «que no ofrece duda la responsabilidad por parte de la alcaldesa y de los concejales delegados para la organización del recorrido del encierro al no haber asegurado de forma correcta y completa el cercado del recorrido sobre cuyas deficiencias ya se les había advertido antes de su celebración».

También defiende su postura en relación «a la falta de auxilio a los afectados por las inundaciones» señalando que los días torrenciales se hallaba en Madrid «por quehaceres laborales ineludibles». Hace mención, no obstante, a que se preocupó por la situación y «estuvo en contacto continuo con vecinos y concejales».

En cuanto a los reproches de trabajar fuera pone de manifiesto que «mi gran apego a San Miguel me hace estar empadronado en el mismo, tratar de mejorar su situación presentándome a las elecciones municipales y tratando de invertir en él y ampliar su actividad». Niega que exista «enemistad manifiesta con el Consistorio» y defiende «la crítica política y lo que es un derecho de todo ciudadano a recurrir judicialmente cualquier decisión administrativa que pueda considerar injusta».