La festividad de la Ascensión ha permitido a los saucanos contemplar de nuevo la imagen de la Virgen de la Antigua y el Niño, rescatados del taller donde se lleva a cabo la restauración, aunque todavía no esté concluido el trabajo. Sin embargo los actos religiosos que se avecinan, con la patrona de Fuentesaúco como protagonista, han obligado a recuperar la talla hasta la fiesta grande de La Visitación, en julio, después de la cual se reanudará la restauración.

Pese a que no está concluida, la intervención es visible en los rostros de la Virgen y el Niño, mucho más claros tras la limpieza de parte de la talla, realizada en piedra berroqueña o granito. Sin embargo no se aprecia el resto de la imagen sedente, que también se somete a un necesario proceso de restauración para eliminar desperfectos y las muescas, sobre todo en la espalda, debido a la costumbre de los devotos saucanos que cuando eran llamados a filas en la Guerra Civil solían "raspar" la talla para llevarse una pizca de polvo o un pedacito de la patrona en busca de su protección. "La restauración busca la base original de la estructura" explica el párroco saucano, Antonio Pilo.

El domingo tenía lugar el traslado de la Virgen desde la ermita de La Antigua hasta San Juan, como es tradicional en la fiesta de la Ascensión, cuando también se celebran las comuniones de los niños y niñas. Tras recibir el sacramento por la mañana, éstos participaron en la procesión de la tarde encabezando la comitiva que acompañó a la Virgen de la Antigua hasta la parroquia, donde se celebrará el novenario esta semana. El día 21, Lunes de Pentecostés, tiene lugar el retorno de la imagen a la ermita, para cerrar el ciclo durante las fiestas patronales de La Visitación, cuando los saucanos rinden devoción a Nuestra Señora de la Antigua.