San Miguel de mayo en Carbajales fue durante muchos años la feria ganadera por excelencia y de referencia en la Tierra de Alba acudiendo a ella ganaderos y ganaderías de todos los pueblos. Tras el declive de los mercados y ferias la cita carbajalina fue a menos, como todas, y allá por 1997 se decidió reinventarla centrándose de manera muy particular en la raza autóctona de ovino castellana con la puesta en marcha del Concurso Morfológico de Sementales. La magnífica organización, junto a la acertada labor del Ayuntamiento y de los carbajalinos han logrado situar a la feria de san Miguel en escaparate de la pura sangre de ovino y de los productos de la tierra, así como del folclore y, cómo no, de la gastronomía.