La histórica capa parda alistana de honras y respeto se convirtió ayer domingo en protagonista de la indumentaria tradicional de la Raya de España y Portugal hermanándose con la capa de honras mirandesa en su jornada de exaltación en la fronteriza, bonita y acogedora ciudad lusa de Miranda do Douro. Juntas, que no revueltas, ambas, alistana y mirandesa, primas hermanas, han resurgido de las cenizas de la indiferencia y olvido de finales del siglo XX y principios del XXI y reclaman en conjunto un lugar destacado y digno en la historia y en la vida alistana y trasmontana. Félix amenazó y metió miedo, pero no llovió y pudo salirse a la calle.

La agrupación alistana "Manteos y Monteras", entidad que preside Lara Domínguez Calvo, fue la encargada de poner en los desfiles las tonadas españolas al ritmo de las ancestrales gaitas de fole, las dulzainas y el tamboril bajo la dirección de Andrés Castaño Fernández y Ludy Domínguez Méndez. Además, como requería la ocasión, se prestó especial atención a la indumentaria y los varones lucieron la capa parda elaborada con paños de lana de la mítica oveja autóctona Castellana Negra, originaria de las Tierras de Aliste donde se amoldó, además de las monteras, y las mujeres con el mantón y la toquilla negra junto a los manteos y pañuelos de colores.

En total se dieron cita en Miranda do Douro alrededor de 125 amantes de las capas pardas, siendo menos los de mirandesa con unas 40. Por parte española estuvieron presentes 85 personas: de ellos 23 eran hombres de Zamora capital, pertenecientes a la Asociación para la promoción y estudio de la capa parda alistana de honras y respeto, 27 procedentes de la comarca de Aliste, junto a los diez varones con capa y 25 mujeres con mantón es de Manteos y Monteras.

La nota negativa estuvo en el fuerte viento que soplaba fuerte contra las capas: "alistanos y mirandeses debemos estar unidos para poner en valor nuestras capas pardas de honras como parte que son y siempre serán de nuestras vidas e historias".