El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, con la supervisión de la Junta de Castilla y León, inició el miércoles las obras de reconstrucción de los vallados de los terrenos colindantes a la Nacional 122 que fueron calcinados y arrasados por las llamas del incendio que, iniciado el pasado verano entre Pino del Oro y Castro de Alcañices, afectó también a los términos de Bermillo de Alba y Videmala llegando hasta el embalse del río Esla.

La ausencia de las vallas incrementaba el riesgo de que el ganado y la fauna salvaje, sobre todo corzos y jabalíes, cruzaran la calzada y originasen accidentes de tráfico. La Nacional 122 entre Zamora y Quintanilha se ha convertido en un lugar habitual de siniestros causados por la fauna. Se da la circunstancia que desde hace ya varios años los ayuntamientos de Fonfría y Muelas del Pan son los únicos con vallados en la mayor parte de sus términos.

Los trabajos, que se desarrollan a buen ritmo, los está realizando la empresa "Tragsa" que para ello cuenta con dos cuadrillas, una que va delante colocando los postes de madera y otra inmediatamente después instalando las vallas metálicas. El vallado cuenta con una altura suficiente que en teoría los animales no pueden saltar. En la práctica los agricultores de la zona señalan que en el caso de los ciervos "igual hasta saltan por arriba" y ponen como ejemplo que "últimamente tenemos que cercar las viñas y el caso es que cuando llegas, están dentro".