Decenas de caballistas, numerosos vehículos y cientos de aficionados se concentraron ayer en Pereruela para disfrutar de uno de los últimos encierros camperos de la temporada. Un festejo vibrante, donde no faltó la emoción gracias al buen juego, sobre todo de uno de los toros y la vaca. Y que se prolongó más de la cuenta por la escapada de uno de los astados, que encontró hueco por la ribera de Pereruela hacia Sobradillo y obligó a los organizadores y aficionados, algunos de ellos cazadores que conocen bien el terreno, a echar los restos para controlar al animal escapado.

No fue posible. El animal se metió en una zona de monte bastante cerrado y, ya entrada la noche, hubo que suspender la búsqueda hasta hoy. El Ayuntamiento ha dado aviso a las ganaderías y vecinos de la zona para reanudar la localización del astado.

Fue una tarde fresca, circunstancia que favoreció el movimiento de los toros por el campo, protagonizando emocionantes carreras con los jinetes a lomos de los caballos mientras el público jaleaba el espectáculo. Los animales intentaban abrirse paso entre una nube de caballos y vehículos, algunos intentado acercarse más de la cuenta. La tarde prometía a juzgar por las largas colas que se formaron en la carretera de Pereruela, con decenas de vehículos, sobre todo procedentes de Zamora pero también desde la dirección de Fermoselle.

Las fiestas de Pereruela concluyen hoy no sin antes disfrutar de una tarde intensa, que comienza a las 16.00 horas con bingo, para continuar con juegos infantiles y para adultos, hinchables y una gran demostración de cetrería en la plaza del frontón, a las 19.00 horas. Los perigüelanos despedirán los festejos con una costillada y baile a cargo Los Azores.