Catorce ovejas muertas, dos heridas y diez desaparecidas es el resultado de los dos ataques de lobo sucesivos sufridos en explotación de Fresnadillo de Sayago. Fueron dos noches seguidas, las del jueves y el viernes, ante la desesperación del ganadero, Andrés Manso, que cuando se encontró con el desaguisado la mañana del viernes después de dejar las ovejas sueltas en el paraje de "Los Campos", decidió tomar medidas y meter el rebaño en una cancilla para protegerlo. Pero tampoco le valió de nada, porque a la noche siguiente el lobo reventaba el lateral de la majada y provocaba un nuevo desastre.

Ni siquiera el cañón de gas que colocó para emitir ruido logró ahuyentar al lobo y fueron dos disgustos continuados para el ganadero sayagués, con un rebaño de 600 ovejas de raza assaf.

En el primer ataque perdió 6 animales y 8 en el segundo hasta alcanzar un saldo de 14 de catorce bajas, como confirmaba ayer Andrés Manso mientras reunía los cadáveres para que la empresa de recogida pueda llevárselos.

"En el mejor de los casos el desastre se queda en 14 pero tengo diez desaparecidas y no sabemos qué pasará" confesaba con cierto abatimiento por este nuevo episodio provocado por el lobo en la comarca de Sayago, después de un periodo de relativa tranquilidad.

La situación no es nueva para este ganadero, que hace medio año perdió otros cuatro animales. "Así no se puede seguir, tienen que tomar medidas" pedía Andrés Manso en la esperanza de que la Junta "cumpla con lo que ha prometido y nos indemnicen pronto y bien".