El Ayuntamiento de Villalazán ha recuperado, a coste cero, la propiedad del solar que había vendido para la construcción de viviendas sociales hace aproximadamente diez años. Era una de las condiciones que figuraba en el pliego de adjudicación cuando el terreno fue comprado por la empresa Marcor Ebro para levantar 34 viviendas sociales. Una operación que llegó en los albores de la crisis del sector de la construcción y de la que todavía no se ha recuperado. Hasta tal punto le pilló la caída en picado de la edificación que la empresa zaragozana fue adquirida por Puentes y Calzada. "Esta empresa siempre ha estado receptiva a nuestra demanda y en el momento que leyó con detenimiento el pliego de adjudicación ya nos confirmó que el solar volvería a ser propiedad del pueblo de Villalazán, con lo cual estamos muy satisfechos y agradecidos", explicaba la alcaldesa, Maribel Perero.

La transacción tiene detrás un largo recorrido que comienza en 2005 cuando la Tesorería de la Seguridad Social que era propietaria de los 9.400 metros cuadrados de terreno en el casco urbano de Villalazán se los vende al Ayuntamiento por cerca de 80.000 euros. La corporación de entonces, que ya presidía la propia Maribel Perero, elabora un pliego de condiciones para vender el solar con la finalidad de construir viviendas. Un concurso al que solo se presenta Marcor Ebro, que por 86.310 euros se hace con la propiedad y comienzan los trámites administrativos para la edificación, que al poco se paraliza por la crisis, pensando que iba a ser temporal pero que con el paso del tiempo da al traste con la posibilidad de levantar las casas.

Se da la curiosidad de que la promoción fue objeto de nada menos que una visita ministerial, la de la titular de Vivienda con Zapatero, María Antonia Trujillo, debido al apoyo que este tipo de promociones sociales tenía en aquel entonces de las administraciones públicas. Ahora, con la satisfacción de tener en propiedad de nuevo el solar el Ayuntamiento pensará cómo sigue adelante con la construcción de las viviendas "no hay tanta demanda como entonces y quizá haya que hacer segregaciones de la superficie total para ir construyendo de acuerdo a las peticiones, pero todavía no hemos determinado cómo plantearemos el futuro del terreno", indicaba Perero.