Las playas del Lago de Sanabria adquieren estas semanas su versión más veraniega con la arena poblada de bañistas, toallas, sombrillas y curiosamente, y para sorpresa de los presentes, alguna gaviota que aprovecha los vientos y los restos de bocadillo que regalan los turistas.

Los bañistas que esta semana se han acercado hasta el enclave lacustre se han encontrado con este veraneante inesperado que, parece ser, perdió el vuelo sobre las zonas costeras y no halló mejor lugar que el Lago.

Se trata de un ejemplar joven de gaviota marina, de aproximadamente un año, que sobrevuela estos días las riberas del Lago con total placidez y puede que sorprendida de no contar con más ejemplares de su especie.

El ave, por su plumaje grisáceo y según expertos de Medio Ambiente, es un pollo nacido el pasado año y que puede rondar el año de edad al no tener completo el plumaje de adulto. Es posible, aunque es poco habitual, detectar en el Lago la presencia de esta especie costera , que habita a 300 kilómetros de las aguas interiores, en el litoral gallego.

Dada la ausencia de temporales de viento y lluvia de estas fechas lo más probable es que se haya desorientado y viniera a parar a una zona de agua dulce bastante alejada.

Si embargo no es un caso infrecuente o extraordinario que aparezcan ejemplares de gaviota en la zona, especialmente en los meses de fuerte temporal en la costa gallega, que arrastran a esta especie de aves hacia zonas muy alejadas de su hábitat natural.

Lo que queda por averiguar, y mantiene expectantes a más de uno, es el tiempo de vacaciones que se tomará la gaviota por la comarca sanabresa.

Por el momento bañistas y cuantos eligen las arenas del Lago para tomar sol están atentos a la evolución del ave en cielo y en el agua porque es un caso que llama la atención de unos y otros. De momento evoluciona favorablemente en las playas Custa Llago y Viquiella donde se posa sobre el agua sin mayores problemas, aunque es seguro que ha sobrevolado todo el perímetro del Lago.

Otras especies asociadas al medio marino y consideras alóctonas, como los cormoranes, sí son más comunes en las aguas del Lago y del río Tera, que en su caso recalan para alimentarse de las especies piscícolas de la zona, especialmente de truchas. Otras especies palmípedas, en este caso de agua dulce, son más comunes en el Lago y en las lagunas y embalses de la Sierra Segundera.

Las comunidades de anfibios atraen a menudo a garzas y alguna grulla que usan el territorio como zona de paso en sus emigraciones o durante cortos periodos de tiempo.

Las temperaturas veraniegas de comienzos del mes de julio han descendido considerablemente, de los 34 grados en las horas de máximo calor a los escasos 28 grados de estos dos últimos días semana, lo que no ha impedido la presencia de toallas, sombrillas y gaviotas.

Entre los que más disfrutan de la presencia del ave marina están los niños y las niñas, que no cesan de preguntar las razones de su estancia.