La Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León pretende potenciar "el uso de espuma forestal de corto plazo en los diferentes medios de extinción de incendios" por considerar que es un elementos eficaz para aplacar la expansión de las llamas.

Así lo pone de manifiesto en un procedimiento de empleo remitido a los responsables que integran el operativo de extinción de las diferentes provincias de la comunidad. En el documento insta a la Sección de Protección de la Naturaleza provincial a controle e insistir "a todos los implicados sobre la importancia del uso de esta herramienta, que aumenta considerablemente el poder de extinción del agua aplicada en los incendios forestales".

La Jefatura del Servicio de Defensa del Medio Natural pone de relieve que la referida espuma forestal a corto plazo "es un compuesto químico inocuo para las personas salvo posibles leves irritaciones si entra en contacto directo con los ojos". Precisa que el espumógeno es "de composición similar a un jabón".

Destaca en la Dirección General del Medio Natural que es "de gran utilidad para facilitar la extinción de incendios forestales y dificultar su propagación, al quedar adherido a la vegetación más tiempo que el agua y aislar el material vegetal del oxígeno".

El espumógeno puede ser empleado por vehículos motobomba y helicópteros. Respecto a la aplicación se indica que "se procederá a la adquisición centralizada del producto, y distribuido en las bases aéreas y otros puntos que permitan el abastecimiento de todos los medios aéreos y autobombas implicadas en el operativo contra incendios".

En lo tocante a vehículos autobomba se indica que "la extinción de incendios forestales deberá realizarse con espumógeno salvo que el director técnico, el jefe o agente de Extinción estimen que no es conveniente por considerar más eficaz el agua". Cuanto a cantidades se establece una concentración de 1% en casos de acumulación de combustible, como madera apiladas, pacas de paja?), que se rebaja al 0,6% cuando se aplique en apoyo de ataque indirecto (reforzamiento de líneas de defensa, contrafuegos, quemas de ensanche?).

La Dirección General del Medio Natural hace hincapié en la instrucción en la obligación de realizar, tras la aplicación de la espuma, "el mantenimiento y limpieza de todos los equipos de la autobomba que tenga contacto con la misma. Sostiene que es un aspecto imprescindible para garantizar el buen estado de los vehículos y evitar averías y obstrucción de los sistemas".

En cuanto a las precauciones se advierte que deben cerrarse siempre las llaves de retorno del agua a la cisterna antes de conectar la inyección de espuma, así como limpiar y enjuagar con agua limpia todo el circuito por el que ha circulado el espumógeno, incluida la bomba, siempre con la llave de retorno a cisterna cerrada, y se mantendrá la bomba funcionando con las mangueras hasta que el agua salga totalmente limpia de espuma".

Por lo que respecta a helicópteros de transporte en la instrucción se subraya que "una de las potencialidades de los helicópteros contratados por la Dirección General del Medio Natural es su facultad para la utilización de espumógeno en las descargas, y por tanto su efectividad en la extinción de incendios forestales".

A las empresas operadoras se les ha recomendado "una velocidad de aplicación de 7-80 kilómetros por hora y una altura de descarga entre 15 y 20 metros del suelo".

En cuanto al almacenaje y manipulación del producto Medio Ambiente expone que "en el momento del almacenar las garrafas de espumógeno procurará ordenarlas de forma que se vayan consumiendo primero las de mayor antigüedad". Además aconseja, para la manipulación, "llevar guantes y los elementos indicados en el etiquetado".