La oleada de robos que está sufriendo el mundo rural zamorano se extiende con preocupación a la comarca de Sanabria después de los sucesivos asaltos en varios pueblos de Aliste y Tábara.

De hecho, en estas dos últimas semanas se han intensificado los robos en iglesias y ermitas de pueblos sanabreses. Los últimos asaltos se han registrado en las iglesias de Pedralba de la Pradería, Ungilde, Calabor y Santa Cruz de Abranes, además del robo en la iglesia de Lobeznos, hace más de 15 días que abrió esta oleada de asaltos a los templos.

Una de las últimas se produjo hace una semana en la ermita de la Virgen de la Encarnación de San Martín de Terroso donde los asaltantes forzaron la puerta de entrada, rompieron los limosneros y revolvieron la sacristía en busca de dinero. Más que objetos de valor, los asaltantes buscan dinero en metálico aunque sí se han echado en falta un rosario de plata de la ermita de la Encarnación y una patena aunque de escaso valor de la iglesia de Pedralba.

En todas las iglesias se ha verificado este mismo modo de operar, entre el jueves y el domingo, buscando dinero en los cajones de los muebles de las sacristías. La fechoría no se descubre hasta el día siguiente o dos días más tarde cuando algún vecino acude a la iglesia.