Los ganaderos sayagueses consideran "incompatible el lobo con la ganadería extensiva" y, por tanto, lucharán ante la Administración porque el territorio quede libre de la presencia del predador. Hoy, en la reunión con el Consejero de Fomento y Medio Ambiente, prevista en Valladolid, tendrán la oportunidad.

Más de doscientos ganaderos, reunidos en la noche del martes en Torrefrades, acordaron unirse a la Asociación Bajo Duero (Abaduero), puesta en marcha en la zona salmantina, y han iniciado una recogida de firmas para conseguir que las ganadería, especialmente de ovino y vacuno, sigan pastando sin convulsiones ni ataques lupinos. Ni siquiera admiten al cánido como especie protegida, aunque dejan claro que no son partidarios "de su exterminio".

Son conscientes, además, según precisó el ganadero y presidente de Abaduero, José Luis Martín, que explicó el funcionamiento de Abaduero, "que es necesario estar unidos y se deben denunciar todos los ataques que ocurren en la zona, aunque sean pequeños, de uno o dos animales, para que la Junta de Castilla y León tenga argumentos y ponga en práctica las medidas de control poblacional de una forma seria". Subraya la inquietud de los ganaderos del sur del Duero "porque el problema del lobo es una bola que va creciendo".

Martín resalta que "es un punto principal de la Plataforma la incompatibilidad del lobo con la ganadería extensiva. El ovino y el vacuno son animales que pastan libremente y están integrados en la naturaleza, y son los encargados de proporcionar el sustento de las familias". El pasto, precisa, "es el mayor aporte a las explotaciones familiares y, en estas zonas de recursos escasos, el ganado necesita todo el día y parte de la noche para coger el aporte de energía que necesita". En su criterio, "la presencia del lobo nos haría retroceder a las formas de manejo del siglo XIX, y no estamos dispuestos". Manifiesta que "los padres han invertido mucho dinero en fincas, animales y genética para que simplemente alguien se le antoje que tiene que haber lobos en todos en todos los puntos de la geografía".

Tampoco es admisible el lobo como especie cinegética y, por tanto, susceptible de caza. José Luis Martín afirma que "tampoco estamos a favor de que sea especie cinegética, al sur del Duero. Es pasar el marrón a los otros y librarse la Junta. Si el lobo es cinegético, simplemente supondrá que se hará una caza controlada, con un número de precintos equivalente al 10%, y es más rápida la reproducción de animales que el cupo para abatir. Está muy limitado y se queda por debajo de lo aceptable y, además, nunca se cumple. Pedimos que aquí no haya lobos. Hay unas unidades de ganado mayor y menor, y el lobo, salga por donde salga, se encontrará con vacas, terneros u ovejas. La fauna silvestre es escasa y no se deja cazar tan fácil como las ovejas o terneros, y el lobo hace su papel de predador. Esta zona mantiene un montón de animales domésticos y es imposible que un lobo no haga daño. No entendemos que se declare especie protegida o cazable. Aquí no es válido".

Respecto a desalojar al predador para mantener el territorio sayagués libre de sus andanzas y lobadas, dice no saber si será una operación "fácil", pero asegura que lo cierto es que "será imposible la coexistencia con el lobo". Hace referencia a que en "Olmedo de Camaces los ganaderos han optado por meter vacas y olvidarse de las ovejas". Indica que "el ganadero tendrá que abandonar la situación porque es imposible la cohabitación". Hace especial hincapié en que "los ganaderos hemos ido dimensionando las explotaciones para que sean económicas con poca mano de obra. Son explotaciones a la que se lleva comida, cuando la necesitan, y controlamos cómo están los animales. Esto permite llevar explotaciones en varios puntos diferentes. Si hay que convivir con el lobo no se puede meter mano de obra y, antes de arruinarnos, habrá que vender, marcharse y que quede para los lobos".

También hacer valer sus críticas al sistema de control del lobo por medio de patrullas que pasan meses en blanco sin abatir ningún ejemplar. "¡Qué es eso de dos meses! No se puede estar a la espera para ver si pasa por allí. Hay que ir a buscarlo y que llamen el método batida, gancho o como quieran. Es la línea a seguir. Hemos ofrecido la mano tendida, con armas (hay ganaderos cazadores) o sin armas".

Insiste José Luis Martín en que "hay que hacer valer nuestra razón de ganaderos y también de ecologistas. Somos los verdaderos ecologistas porque estamos integrados el medio, vivimos de él, lo mantenemos limpio y conservarlo para que las futuras generaciones puedan seguir viviendo y disfrutar de él. Somos generaciones de ganaderos, que nos han trasmitido y enseñado que el campo hay que cuidarlo para vivir del campo".

Una de batallas que mantiene el sector ganadero sayagués estriba en dilucidar si los causantes de los desastres son perros o lobos. Sostiene que "el ganadero se pasa todo el día por el campo dando vueltas y sabe perfectamente si hay lobos o perros, que son perfectamente visibles". Afirma que "algún perro asilvestrado hay, de los perdidos por las rehalas o algún ganadero, pero los perros se dejan. Hay certeza de que es lobo. Si se ve lobo y hay ataques: es blanco y en botella".

Rocío Sastre reiteró ayer la defensa del ganadero frente a los lobos," que parece que tienen más derecho que nosotros", y reiteró que el sector no clama por el extermino del legendario cánido.