Las persistentes lluvias de los últimos días han dejado su huella en otros muchos elementos que en las inundaciones ocurridas en los tramos bajos de los ríos o en zonas tradicionalmente inundables cuando las avenidas abandonan la normalidad. El capítulo de daños provocados por las lluvias del mes de enero en la comarca de Sanabria sigue aumentando. El muro del cementerio de Cobreros se derrumbó parcialmente como consecuencia del agua. El tránsito por la zona está señalizado lo que obliga a circular con precaución al caer las piedras sobre la carretera de Cobreros al cruce de la carretera de Santa Colomba. Con igual precaución discurre el tráfico por la calle de Revuelta Peporro de Puebla, para acceder al Casco Histórico, por el derrumbe de unos dos metros de muro de uno de los recintos exteriores de la muralla. El tránsito por la vía no se ve interrumpido, aunque hay que circular con precaución en este punto.

Las precarias infraestructuras viarias locales tampoco aguantas los rigores de la climatología, como se ve en el término de Lanseros, que tras su reciente bacheo por el equipo de maquinaria de la Diputación Provincial, antes de Navidades, ha sucumbido al agua y las bajas temperaturas. El problema afecta a numerosos pueblos que observan cómo la capa de rodadura de las calles y de las carreteras interurbanas sufren la climatología y los problemas que provocan los tratamientos preventivos de salmuera para evitar la formación de placas de hielo en las calles.