El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, se ha comprometido ante la Alianza UPA-COAG, durante un encuentro institucional celebrado ayer, a suscribir un seguro de responsabilidad para reparar los daños de los lobos a la cabaña ganadera al sur del Duero. La organización ha pedido que este seguro, que tiene que correr a cargo de la Administración regional, se haga extensible a todo el territorio autonómico a fin de evitar discriminaciones entre los ganaderos con independencia de si los daños se sitúan al sur o norte del Duero.

Además, los sindicatos consideran que el seguro debería hacer frente a los daños ocasionados por otras especies protegidas como buitres, avutardas, osos y abejarucos.

De igual modo, la Alianza UPA-COAG ha reclamado a la Junta de Castilla y León que los cupos de caza sean considerados cupos de control para que se cumpla el Plan de Conservación y Gestión del lobo "en aras de establecer un idóneo control poblacional". En este sentido, los responsables de la organización agraria aseguran haber conseguido del consejero de Medio Ambiente "el compromiso para que se actúe en zonas especialmente conflictivas y sensibles a numerosos ataques de lobos, entre las que se encuentran, por ejemplo los Arribes del Duero".

Otra de las demandas presentadas por UPA-COAG ha sido que se avance en una nueva normativa de quema controlada de rastrojos, linderas, cunetas y arroyos "para poder conseguir una lucha eficaz contra malas hierbas, enfermedades y plagas de todo tipo, incluidos los topillos, y que estas medidas se pongan en marcha en primer lugar en las zonas cerealistas con mayor repercusión negativa para el desarrollo de la actividad agraria", explican.

Finalmente se ha acordado, a propuesta de la Alianza UPA-COAG, la celebración de reuniones técnicas para abordar materias sensibles a nivel medioambiental como son, entre otros, la incidencia de la Red Natura 2000 sobre la actividad agraria, la afección de las zonas vulnerables a contaminación por nitratos, el aprovechamiento apícola de montes púbicos.

La Alianza recoge en su balance del año agrario que ahora termina, como uno de los problemas más acuciantes, que en el año 2015 se han incrementado sustancialmente el número de ataques de lobos en la región, un 15% respecto al año anterior, según los cálculos de la organización, y apuntan a que la Administración regional debe agilizar los pagos por ataques de lobos y cumplir los cupos, controlar las poblaciones y formar una mesa de seguimiento, demandas que ayer volvieron a trasladar al consejero.

Los sindicatos agrarios no olvidan que otro tipo de fauna salvaje también ocasiona daños a los cultivos, como por ejemplo los ciervos, los jabalíes, los corzos, las avutardas, los osos o el abejaruco, además de los buitres que en ocasiones atacan a la ganadería extensiva.