Carlos Blanco Fernández, alistano de pura cepa, nació y se crió en Latedo, siendo uno de los mayores estudiosos y mejor conocedores del lagar y el aceite, una actividad propia de su pueblo, única en la comarca de Aliste, que se revivirá el próximo domingo.

-¿Qué recuerdos de infancia tiene y perviven de Latedo?

-Son muchos y en general felices y agradables. Un pueblo con mucha gente, niños, mayores y más mayores, con mucha actividad durante todo el año. La escuela llena, por los campos vacas, burros y paisanos en faenas agrícolas. Niñas y niños entregados a juegos comunes, todos juntos en una única panda. Desde pequeños estábamos integrados en la actividad productiva, de ahí vienen precisamente los recuerdos más bonitos, el pueblo se autoabastecía de casi todo.

-Solidaridad pura.

-Muchos de los trabajos eran en colectivo, donde unas familias ayudaban a otras, todas las tareas y campañas se vivían con aire festivo, la vendimia, la matanza, siega, trilla en la era y el aceite, Este era precisamente uno de los más bonitos, en invierno, con la lagar envuelta en niebla de vapores y humo, con los chasquidos de las jaras y urces verdes al arder, los niños en cuanto salíamos de la escuela allí íbamos con la pingada de pan a untarla en el aceite, independientemente de quién estuviera en la lagar.

-¿Cual es el motivo de que en pueblo cuente con tantos olivos y que sean tan productivos?

-Nuestra climatología y la tierra han hecho que el olivo esté tan bien aclimatado, es uno de los árboles que mejor crece y produce en nuestra tierra, sin demandar excesivos esfuerzos para mantenerlos y, por otro lado, creo que el esfuerzo y acierto de nuestros antepasados, que ante la necesidad de disponer de aceite, consiguieron consolidar el olivo en el pueblo.

-¿Cual es el proceso de elaboración del aceite en Aliste?

-Comienza con el cuidado de los olivos durante el año, para recoger las aceitunas bajo los fríos de diciembre vareando los olivos. Con la aceituna limpia comienza el proceso en la lagar o llagar. Aquí realizamos la extracción por presión en un sistema de tipo romano. La molienda, trituración de la aceituna en una pila con una muela de granito movida por animales, molino de sangre de origen romano. La pasta resultante se coloca en las "seras", capachos de esparto, donde se mezcla con agua caliente y se bate la pasta. Estas se apilan en columna bajo la viga de negrillo u olmo de la prensa.

-Luego llega el prensado.

-Se hace por un sistema de palanca de viga fija en una pared por un extremo y, por el otro cuelga de un "uso" de madera roscado un pilón de granito de unos 3.000 kilos, accionado por el hombre. Durante el proceso se añade agua caliente para facilitar la salida del aceite y eliminación del "alpechín". Decantación del aceite, que mezclada con agua caliente, va pasando por varias pilas o pozuelos tallados en roca, donde por decantación y por la baja densidad del aceite, esta se separa del agua alpechín y restos de orujo.

-El lagar es una antigua joya con mucha historia, ¿no es así?

-Efectivamente es una joya de artesanía, toda ella, edificio y maquinaria. Fue construida hace más de un siglo de forma artesanal por los vecinos de Latedo. Inicialmente había una lagar más pequeña propiedad de un vecino. Posteriormente una sociedad constituida por la mayoría de familias del pueblo construyó la lagar actual. Trabajó año tras año hasta hace unas décadas, para luego parar la actividad. Durante la época activa obtenían el aceite, además de las familias de Latedo, vecinos de otros pueblos próximos.

-De la decadencia y el olvido a resurgir con sus valores.

-Por 2004, promovido por el Ayuntamiento de Trabazos y vecinos, con fondos públicos de Adata, vía Leader, se hizo una restauración del edificio y limpieza y saneamiento de la maquinaria. A partir de ahí, con los vecinos del pueblo, se puso en marcha, realizando una vez al año esta jornada para mostrar a los visitantes el proceso tradicional de obtención de aceite.