Castañicultores de la comarca alistana confirmaban ayer que, un año más, se da el robo de castañas en propiedades particulares. Algo que se ha convertido en habitual las últimas campañas. A ello se une la acción de la fauna durante la noche. Las sorpresa y mayúscula se producía días pasados cuando dos castañicultores, tras entregar las castañas recogidas durante el día, en una planta comercializadora, decidieron volver al castañar: allí se encontraron con recolectores, ayudados con luces (cascos similares a los de los mineros) en su propiedad.