La Corporación de Corrales del Vino ha acordado por unanimidad continuar con el expediente administrativo que se inició en 2014 para reclamar la propiedad de la ermita de Nuestra Señora de las Angustias que hasta hace poco no tenía dueño conocido, pero que ha sido registrada en febrero de este año por la parroquia.

El proceso administrativo no es reciente, ya que se inició al poco de concluir las obras de rehabilitación a cargo del programa Arquimilenios de la Junta de Castilla y León por un importe cercano a los 800.000 euros. Una intervención y reforma que certificó la Junta con el Ayuntamiento, y que cambió completamente la estampa de un edificio en ruinas, con serios problemas en la cimentación, grietas y degradación.

Al poco tiempo de terminar la rehabilitación, la cofradía del Santo Cristo Corralino pide al Ayuntamiento las llaves de la ermita con el fin de poder utilizarla como sede y para sus cultos. El Ayuntamiento no dio las llaves a la cofradía en ese momento, ya que al analizar la documentación sobre la propiedad del templo descubrió que no estaba a nombre del municipio, aunque tampoco se encontraba inscrita en favor de la parroquia o del Obispado. El alcalde, Mario Castaño, explica que a mediados del siglo pasado ya existían documento en los que la Iglesia suscribe que la ermita no es suya, pero sí se atribuye la propiedad de los oficios que hay dentro.

Posteriormente, en el año 2002, antes de comenzar la restauración, el Obispado asegura igualmente que la ermita, que se encontraba en serio riesgo de ruina, no es propiedad suya. Tanto el pueblo, a través de donativos, como el Ayuntamiento habían invertido dinero en esta iglesia situada a las afueras del pueblo, junto al cementerio, que sí es municipal. Ante esta situación la Corporación inicia el expediente de dominio en 2014, trámite del que informa al Obispado. Y dos meses después, en febrero de 2015, la parroquia registra a su nombre el templo, aprovechando una ley que permitía inscribir en favor de la iglesia en el Registro los bienes inmuebles que no estén registrados a nombre de nadie. La elección de la fecha no es casual, según explican desde el ayuntamiento, ya que la normativa que permitía a la Iglesia realizar ese tipo de inscripciones ya no está en vigor, al haberse modificado artículos de la Ley y del Reglamento Hipotecario que limitan la potestad de la Iglesia para el registro de inmuebles .

Ante esta situación la Corporación decide en el último Pleno seguir adelante con el expediente, sabiendo que precisamente cuando lleguen al Registro serán cuando se encuentren con el principal obstáculo.

El alcalde no sale de su asombro, ya que "en el Ayuntamiento hay constancia, por escrito, de documentación en la que el Obispado niega ser dueño de Nuestra Señora de las Angustias. Y ahora en mayo recibimos un escrito en el que nos dicen que la ermita pertenece a la parroquia desde tiempos inmemoriales".

La ermita, del siglo XVIII presenta originalidad en la fachada, cobijando en su hornacina la imagen en piedra de Nuestra Señora de las Angustias. Nave de cinco tramos, cubiertos cuatro de ello por bóveda de cañón y uno con bóveda de aristas.