La Muestra de Teatro Aficionado de Luelmo acaba de cumplir su décima edición -aunque llevan quince años subiendo al escenario- con Míchel en el recuerdo. La repentina muerte de Miguel Ignacio Picaza, uno de los baluartes de la Asociación Cultural -en noviembre pasado-, dejó huérfanos a muchos hijos de Luelmo que habían trabajado mano a mano con él para dinamizar los veranos del pueblo. Y la Muestra de Teatro, buque insignia de todas las actividades, se antojaba este año distinta para sus organizadores, sabedores de que la sombra de Míchel iba a ser alargada.

Por eso el recuerdo al amigo, a quien siempre se encargaba de la logística culinaria como buen cocinero que era, tuvo un protagonismo especial en la clausura de la X Muestra de Teatro de Luelmo. Luis Miguel Conejo, habitual responsable de los escenarios, puso voz al homenaje. "Se fue uno de los nuestros, quien tantas carcajadas nos arrancó en esta plaza" evocó ante cientos de personas con el nudo en la garganta. Preparaban los diez años de la muestra cuando Míchel se fue sin avisar "y la fuerza y el optimismo que tú nos dabas, nos faltaba por todos lo lados".

Luis Miguel confesó su falta de fuerzas para continuar con el teatro y la muerte de su amigo fue el mazazo definitivo. Pero ahí estaban Manolo Santos y Nines Blanco para tomar el testigo y hacer posible este año una nueva edición y confirmar que la Muestra es el acontecimiento más importante de Luelmo. Entre 300 y 400 personas han vuelto a llenar cada día la plaza para asistir a las funciones de teatro, este año con la participación de los grupos de Bermillo, Fariza y Moral de Sayago, además por supuesto de los anfitriones que, como es tradición, fueron los encargados de clausurar este certamen, organizado por la Asociación Cultural y el Ayuntamiento de Luelmo.

Con no poco esfuerzo, mucha voluntad y apenas sin medios, un puñado de personas han hecho posible las veladas teatrales. Todo un desafío en un mundo rural cada vez más despoblado y sin demasiados estímulos para las actividades culturales.

"Manolo y Nines se han empeñado que por ti (en referencia a Míchel) este año había que seguir haciendo teatro. En el futuro ya veremos. Quizás en tu memoria deberíamos seguir con esta labor que prendió en esta plaza hace quince años" expresó Luis Miguel Conejo desde el escenario.

Los esfuerzos y malos momentos vividos este año para preparar la Muestra de Teatro se han visto compensados con la asistencia de público y el aplauso cerrado en una plaza que, hoy por hoy, no conoce otro momento de semejante concurrencia. Una dosis de moral y ánimo para las gentes del teatro en el medio rural y muy especialmente en la comarca de Sayago, donde varios pueblos están siendo capaces de mantener viva una tradición heredada de sus predecesores.