La Junta de Castilla ha abierto una investigación para clarificar las causas del derrumbe del puente que se alza sobre el río Tera, por encima de la presa de Vega de Conde. La infraestructura de piedra ha perdido la parte superior de su único arco, una laja de más de dos metros que cerraba una construcción muy singular, enclavada a la perfección en el paisaje. El presidente de la Montañera de Zamora, José Tomás Santiago, cree que el derribo "es muy difícil que se haya producido por una riada u otra circunstancia natural, no obstante no descartamos ninguna posibilidad".

La voz de alarma la ha dado Antonio Barrero, montañero aficionado de Zamora que conoce muy bien la zona y que el pasado domingo hizo la ruta entre el embalse de Vega de Conde y Peña Trevinca. "Cuando llegamos al puente no nos lo creíamos. El soporte superior de piedra estaba destruido. La laja principal y otras muchas pequeñas estaban en el río. Para cruzar a la otra vertiente había que meterse en el agua. Es una gran pérdida por la singularidad de la construcción, única y que creíamos eterna".

Casto López Cañibano, jefe del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Zamora, tras conocer ayer por este periódico el derrumbe del puente, se puso en contacto con la guardería de la zona para que agentes inspeccionarán el lugar y elaboraran un informe. "En principio no barajamos ninguna causa, tenemos que esperar al informe oficial, después ya decidiremos como actuar".

José Tomás Santiago, presidente de la Montañera de Zamora, coincide inicialmente con Antonio Barrero en que el derribo del puente "no puede ser por causas naturales". Explica Barrero que "una riada nunca llega al extremo superior del puente porque el agua se abre por el valle". Lo mismo cree José Tomás Santiago, para quien "las piedras de arriba no hay quien las mueva, no creo que el río las haya tirado".

Otros montañeros consultados no descartan la posibilidad de que el hielo y la nieve hayan sido los causantes del derrumbe ya que, al parecer, agentes de Medio Ambiente ya han colocado "cuñas" entre las piedras en varias ocasiones durante los últimos años para evitar que quedaran "en el aire". Las mismas fuentes aseguran que "la infraestructura lleva años en mal estado sin que nadie haya hecho nada por rehabilitarla; ahora lo que hay que hacer es arreglarla".