El alcalde de Requejo, Santiago Cerviño, no ocultaba su satisfacción por disfrutar de una experiencia tan inusual. En un meteórico descanso del rodaje, dedicado a tomar un tentempié, hizo entrega al director Simón Casal y los actores de la insignia de plata que representa a un tejo milenario. La plata se intercambiaba por wolframio de las minas orensanas de Casayo, otra de las localizaciones de este film, ambientado en la segunda guerra mundial y en la necesidad de los alemanes de obtener wolframio para el armamento. El alcalde recibió a su vez como obsequio una pequeña piedra de este mineral. El mandatario municipal agradeció especialmente al director la elección de su municipio y de la comarca de Sanabria para este proyecto.