La nieve llegó anteanoche con sigilo y vistió con sus manto las cotas superiores de la comarca de Sanabria aunque las previsiones meteorológicas advertían de la presencia de lluvias y fuertes vientos, pero no de la blancura.

Sin embargo, sí se esperaba su llegada de atenerse al refranero popular sanabrés que dice que "para lo Santos, nieve en los altos". Y efectivamente ayer la Sierra Segundera dio por certero y acertado al mismísimo refranero y se tiñó de blanco con una capa de nieve no muy espesa, de unos 8 centímetros, pero nieve al fin y al cabo.

El cambio de atuendo del paisaje en los valles del Tera, Segundera, Tuela y Bibey resultaba visible desde cotas más bajas de San Martín de Castañeda, Padornelo y Ribadealgo.

Cuatro dedos de espesor se acumulaban a primera hora de la mañana en Puente Porto, en cotas por encima de los 1.700 metros de altitud.

El descenso brusco de temperatura, tres grados de mínima en Puebla, a las cuatro de la mañana de ayer, dejó un ambiente gélido en los pueblos, malacostumbrados a las temperaturas benignas inusuales de este mes octubre.

En la población más occidental de la geografía comarcal, Porto de Sanabria, la lluvia y no la nieve protagonizó la climatología de la jornada. Ni las carreteras principales ni las secundarias se vieron ayer afectadas por nieve o hielo. Para hoy la probabilidad de precipitaciones en toda la jornada no bajará del 77% y se mantiene la cota de nieve en los 1.900 metros de altitud.

La nieve también sorprendió a algunas ganaderías de vacuno y caballar que se mantienen en los pastos de las alturas, aunque por su escaso manto no les suponen mayor problema para seguir haciéndose con la vegetación.

También las perdices y otros animales silvestres se vieron obligados ayer a caminar por el nuevo paisaje, dejando con su rastro una prueba de su existencia. No es precisamente la nieve en estos porcentajes lo que más complica su existencia, que incluso es agradecida por algunas especies. La llegada de la nieve fue motivo de comentario general en los pueblos de la zona y despertó la curiosidad de los aficionados a la montaña y a los deportes de invierno, que viendo el paisaje ya sueñan con desempolvar los trajes y los equipamientos. Algunas personas aprovecharon el nuevo fenómeno para desplazarse hasta las zonas altas y pisar por primera vez este otoño los copos. Algunas personas lo hicieron por razones laborales. La nieve llega justo unos días después de una etapa que algunos han denominado "veroño", y que han aprovechado los residentes para recolectar frutos y hongos