Un estudio de la Unión Europea acaba de situar a Zamora entre las provincias más envejecidas de Europa. Los ancianos ocupan un espacio tan importante y creciente en el mundo rural que su cuidado y atención se presenta como un yacimiento de empleo para las generaciones más jóvenes y muy especialmente para las mujeres que han formado su familia o simplemente optan por quedarse a vivir en los pueblos y buscan un medio de vida.

En ese contexto se entienden los cursos que la organización Solidaridad Internacional está impartiendo en Abelón y Peñausende. Unas 25 mujeres -aunque se dirigen a ambos sexos- reciben formación relacionada con la atención a personas mayores y dependientes gracias a un proyecto financiado por el Ministerio de Agricultura y el Fondo Social Europeo, que cuenta con el apoyo de la organización agraria Coag y ambos ayuntamientos.

Mujeres de Fariza, Moralina, Moral y el propio Abelón se preparan como técnicos en animación a personas mayores y discapacitados, una formación que están recibiendo tanto mujeres que trabajan en ese ámbito "y buscan mejorar sus conocimientos" como otras en situación desempleo que "aspiran a encontrar un trabajo relacionado con el cuidado de los mayores".

Así lo explica Marina Hernández quien junto a Elvira Alejandre imparten ambos cursos. En Peñausende también acuden alumnas de Mayalde y El Perdigón. En este caso se trata de un curso sobre nuevos yacimientos de empleo como auxiliar para la asistencia a personas mayores y dependientes del mundo rural.

"En un medio con una población bastante envejecida el cuidado de los mayores es ya una alternativa laboral y lo será aún más en el futuro", precisa Marina Hernández. No es desdeñable la cantidad de mujeres que trabajan en residencias, asistencia a domicilio o cuidado de los ancianos en sus casas. Por ello se viene insistiendo en esos servicios de proximidad como un yacimiento de empleo con claras posibilidades.

Los cursos pretenden por tanto forman e informan a un colectivo como el de la mujer rural para que, más allá de su trabajo en la agricultura y la ganadería, puede optar a otras oportunidades superando el muro de la falta de iniciativas y el abandono del medio rural.

En el curso de Abelón se estudia el proceso de envejecimiento para saber detectar y evaluar el problema de los ancianos o la formación del alumno en organización de actividades lúdicas y rehabilitadoras. Así como el aprendizaje para desarrollar trabajos de animador en residencias, hogares de ancianos o participación en viajes organizados para la tercera edad.

En Peñausende los contenidos se dirigen hacia las posibles alternativas en el medio rural que puedan llevar a solventar el problema de la falta de empleo e iniciativas.

Todo un reto para las mujeres que han apostado por el pueblo, un empeño nada fácil en un medio cada vez más hostil. Por ello adquiere cada vez más sentido el reconocimiento a este colectivo que ayer tuvo todo el protagonismo con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural.