La rotura de la presa de Villaralbo ha provocado que el nivel del agua haya descendido hasta cerca de dos metros y que la estación eléctrica a la que alimentaba se haya visto prácticamente paralizada debido a la falta de caudal para mover las turbinas que producían electricidad.

La rotura de la presa según relatan los vecinos de la localidad, se veía venir, debido a las múltiples filtraciones que estaba dando y que ya habían provocado profundas grietas y fugas en la estructura hidráulica instalada en el cauce del río Duero a su paso por la localidad.

La avería ha sucedido un poco más abajo de la que se provocara hace cerca de una veinte años.

Según cuentan los vecinos, la presa soportaba una gran presión de agua con escasos aliviaderos. Un agua que ahora ha vuelto al cauce antiguo por donde se canalizara río abajo. La rotura de la infraestructura hidráulica ha afectado a la estación eléctrica, que ha dejado de funcionar, y si bien el nivel del agua ha bajado, no ha afectado al suministro del abastecimiento de la localidad, ya que Villaralbo se surte de pozos de sondeo.

La presa y la central son propiedad de la empresa Enerduero, uno de cuyos responsables, José Nuno Piñeiro, señaló que no se trata técnicamente de una rotura, sino de lo que se conoce como efecto sifón, ya que el agua se ha metido por debajo del dique de contención, y con la acumulación se ha desbordado .

La empresa que gestiona la central ya se ha puesto en contacto con la Confederacíón Hidrográfica del Duero para solventar la avería que ha dejado sin embalse al pueblo y solicitar el permiso previo a la intervención que necesitará realizarse para arreglar el azud, una intervención aún no cuantificada pero que Nuno asegura "será costosa".

Habrá que esperar a tener el proyecto y a que la zona se seque completamente para poder acometer la obra. La presa estaba en funcionamiento desde el año 1992.