La crecida del río Valderaduey no da tregua a varias localidades ribereñas donde el nivel del agua sigue subiendo e incluso ya se acerca a algunas viviendas. Las inundaciones se centran en las comarcas de Tierra del Pan y Tierra de Campos, donde se mantienen cortadas dos carreteras, tanto la de acceso a Molacillos como la que comunica Benegiles y Gallegos del Pan.

Precisamente los vecinos de Benegiles son los que están sufriendo los mayores efectos del aumento del caudal del río. El agua ha llegado hasta la propia entrada de algunas casas, como la de la familia de T. M, que observa con preocupación el avance que ha experimentado el agua en los últimos días en su propia calle. «Estamos intranquilos, sobre todo mi mujer, que se levanta a media noche porque cada día sube más», reconoce el padre de familia, que reside en la casa con su mujer y su hijo menor. El agua no ha llegado a entrar en la vivienda pero si dificulta la rutina diaria de estos vecinos. «De momento podemos entrar a casa por la puerta principal, aunque con cuidado para no mojarnos y no metemos los coches en el garaje por miedo a que se inunde», detalla T. M. Respecto a riadas similares, este vecino asegura que «ésta es la mayor que hemos sufrido en Benegiles en los últimos 20 años». Según detalla, las inundaciones más graves se produjeron hace más de 50 años y derribaron la parte de la localidad en la que ahora se ubica su vivienda, donde antes se encontraban varias edificaciones de adobe.

El agua no solo ha llegado a la casa de este vecino, sino que también ha entrado en varios patios y corrales de la localidad. Además, una familia que reside al otro lado del río se ve obligada a usar el tractor como único medio de transporte para acceder a la localidad. El alcalde de la misma, Manuel Matellán, recrimina la falta de información sobre la evolución de las inundaciones. «Nadie se ha puesto en contacto con nosotros ni sabemos a qué atenernos», según reprocha.

El caudal del río Valderaduey alcanzaba ayer los 39 metros cúbicos por segundo, tres más que los 35,8 registrados durante la jornada del lunes, según la información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). Una cuota que se aproxima a su nivel de alerta, establecido en los 49 metros cúbicos por segundo. En Molacillos también era visible ayer el avance del nivel del agua, cada vez más próximo al casco urbano de la localidad. El camino agrícola asfaltado empleado como acceso principal a la localidad sigue cerrado, lo que obliga a los vecinos a emplear la ZA-711, que se encuentra en pésimo estado por la abundancia de baches a la espera de que la Junta aborde la reparación comprometida. En Cerecinos de Campos, el caudal del río también ha seguido subiendo y durante los pasados días llegó a arrancar un árbol y a anegar una pasarela peatonal existente sobre el río de la Vega. El alcalde de este municipio, Andrés Alonso, arremete contra la CHD y asegura que «si se hubieran limpiado los cauces ahora no tendríamos estos problemas». Según critica, «hemos cursado varias solicitudes, pero tampoco nos dejan limpiar al Ayuntamiento porque si lo hacemos sin autorización nos pueden denunciar». Lejos de remitir, la previsión es que las lluvias perduren los próximos días.