Las tradicionales pastoradas de La Cordera se convirtieron un año más en las protagonista de la Nochebuena y la Navidad en la comarca de Aliste, Tábara y Alba, gracias a la iniciativa de pueblos como Tábara, Alcañices, Moreruela de Tábara y Samir de los Caños. Vecinos y emigrantes, niños, jóvenes y mayores, dieron vida a una de las más ancestrales tradiciones campesinas donde desde tiempo inmemorial los pastores, zagales y reveceros acudían a hacer sus ofrendas para pedir la protección divina durante todo el año o agradecer algún favor que hayan recibido relacionado principalmente con la buena salud.

En la villa de Tábara, a la vera de la pastoril Sierra de la Culebra, tierra de ovejas y de lobos ibéricos, La Cordera se representó en la iglesia parroquial de Nuestra Señora la Virgen de la Asunción, donde los feligreses, disfrutaron de la pastorada y de la posterior Misa de Gallo oficiada por el sacerdote José Manuel Ramos Gordón.

En Tábara la blanca y mansa cordera fue llevada camino del Portal de Belén por dos niños del pueblos junto a dos pastores ataviados con la Capa Parda Alistana de Honras.

En el Santuario Diocesano de Peregrinación de Nuestra Señora la Virgen de la Salud de Alcañices la representación de la Cordera tenía lugar ayer, coincidiendo con la Navidad. Este año el antiguo templo de la Orden Tercera de San Francisco acoge un magnifico Belén que puede ser visitado por cuantos deseen estos días.

En el caso de La Cordera de Samir de los Caños la representación tiene un carácter histórico ya que se mantiene un texto manuscrito original de 1908, siendo su autor Baltasar Belver Vara, un pastor que la represento hace ya 105 años. Durante muchos años no se represento y fue recuperada en la Nochebuena de 1987 y 1988.

Aunque el origen de la Cordera se pierde en la Noche de los Tiempos, expertos como José Luis Alonso Ponga (Universidad de Valladolid) y Joaquín Díaz, son quienes más y mejor han argumentado la procedencia en los siglos XVII y XVIII.

La ofrenda es una cordera que el día de Navidad regresa al rebaño teniendo derecho a pastar donde ella quiera, incluso en terrenos comunales acotados. A cambio de la ofrenda, aparte de pedir por la buena salud, los pastores piden desde buenas cosechas y abundancia de pastos, hasta la protección en la trashumancia y contra el lobo al que pastores y zagales llaman «Perro Bardino».

En Moreruela de Tábara, un grupo de hijos del pueblo decidieron recuperar una tradición que, aunque históricamente estuvo muy arraigada, hacía bastantes años que se había perdido. Así, la iglesia de San Miguel volvió a impregnarse de ese espíritu navideño que hunde sus raíces en una representación íntimamente ligada a la vida pastoril dando la bienvenida al nacimiento del Niños Jesús.

Una veintena de personas se implicaron en la representación de La Cordera en Moreruela de Tábara, aunque tuvo que ser sin Misa de Gallo como era lo tradicional, debido a la falta de sacerdotes para poder atender a todos los pueblos.

El animal fue donado por José Miguel Gago (el padre de uno de los niños que participaron en la escenificación). Los actores vestidos de pastores y las mujeres, ataviadas algunas con la indumentaria tradicional, combinaron el canto de estrofas antiguas de La Cordera con otras estrenadas para la ocasión. Y al término de la representación navideña se cantaron los tradicional villancicos y la Asociación de Mujeres «La Amistad» de Moreruela de Tábara ofreció un chocolate para todo el mundo.

Por otro lado, Sanzoles abrió ayer las fiestas del Zangarrón. Pasadas las siete de la tarde comenzó la sesión de vísperas. Antes, por la mañana, los danzantes hicieron el último ensayo. Para hoy están previstos los actos centrales de la mascarada de invierno, declarada de interés regional. Se iniciarán a las ocho de la mañana y continuarán a las once y media.

Pasa a la página siguiente

Viene de la página anterior