El alcalde pedáneo de Ribadelago, Alfredo Puente, reclamó hoy el Museo de la Memoria cuando se cumplen 54 años de tragedia de la rotura de la presa de Vega de Tera, que costó la vida a 144 habitantes del pueblo.

El proyecto del Museo, pensado para rendir homenaje a las víctimas y mantener vivo su recuerdo, debía haberse desarrollado hace más de un año, siguiendo el programa inicial ideado en la anterior legislatura, pero continúa parado, aunque el alcalde pedáneo de Ribadelago confiaba en que prosperasen las gestiones con el actual Gobierno de España. "Está todo como estaba. No se ha hecho nada. Lo que se convino públicamente era que el Museo debía estar listo tres años después del quincuagésimo aniversario, es decir, el año pasado, pero nada", afirmó Puente Parra, en declaraciones a Ical.

Igualmente, añadió que "lo prometió el gobierno saliente y ahora ya va más de un año pendiente. "A ver si con el nuevo gobierno lo podemos conseguir pero como la situación está como está, ya no sabemos qué pensar", señaló.

La historia del Museo de la Memoria de Ribadelago es ya "densa" a pesar de que todavía no se ha llevado a cabo y de que el futuro cercano queda velado por la crisis económica. "Hasta vino el anterior delegado del Gobierno en Castilla y León hace un par de años para ver el lugar donde se iba a montar el Museo. Se trata del antiguo albergue, que era propiedad de la Diputación hasta que lo cedió al Gobierno y éste, a su vez, al municipio, para tal fin", detalló.

Comunicaciones

El alcalde de Ribadelago denunció también las deficiencias que la zona padece por lo que a comunicaciones se refiere, especialmente internet y telefonía, aunque también puso de manifiesto las "limitaciones" a la hora de recibir numerosos canales de la oferta televisiva. "En Ribadelago Viejo no tenemos ni internet ni nada de nada. La comunicación telefónica ahora está bien en cuanto a cobertura, pero tenemos el problema de que la línea sea inalámbrica. La adsl no llega aquí y seguimos buscando soluciones. Aquí no se alcanza una buena parte de los canales de TDT. Si quieres los de deporte, olvídate. Vemos las principales televisiones de ámbito nacional y la de Castilla y León, después de haber puesto un receptor individual específico", lamentó.

Ribadelago, que cuenta con un centenar de habitantes entre los dos núcleos, el Nuevo y el Viejo, rindió hoy homenaje a las víctimas de la tragedia con la misa celebrada a la una de la tarde. "Yo entonces tenía 20 años, voy a hacer 75 y me afecta mucho recordar. Prefiero no hacerlo porque voy a empezar a contar lo que sentí y no voy a ser capaz de terminar", dijo a Ical, emocionado.

De hecho, entre las víctimas de la tragedia se encuentran los padres y dos hermanos de su mujer, Eloína Fernández, y varios primos y tíos. Se da la circunstancia de que uno de sus familiares, que sobrevivió a aquella noche, Leandro Puente Parra, falleció hace un mes.

Fueron pocos los ribalagueses que tuvieron hace 54 años la suerte de no sufrir alguna pérdida entre sus familiares directos tras el reventón de la presa de Vega de Tera.

La tragedia, que conmocionó a toda España y que tuvo una gran repercusión en medios internacionales, fue fruto de una concatenación de despropósitos, algunos de los cuales fueron oportunamente disimulados por el régimen franquista. La mala calidad de los materiales de construcción, contrastada tiempo después, y la ejecución defectuosa de las obras, unida a la falta de eficacia a la hora de observar indicadores previos al desastre, se llevaron las 144 vidas que volvieron hoy a la memoria colectiva de la provincia.