La Consejería de Medio Ambiente, Iberdrola y la Sociedad Española de Ornitología (Seo) han instalado un nido artificial a casi doscientos metros de altura de la impresionante presa de Almendra para facilitar la procreación de una pareja de halcones peregrinos que durante las últimas temporadas ha sido incapaz de sacar adelante la prole. Han fracasado en la crianza por causa del expolio humano o de la predación faunística.

La pareja de halcones peregrinos tenía ya su parroquia de admiradores, que quedaban asombrados del modo supersónico como surcaban los cielos y el angosto cañón del Tormes, y a quienes delataban su presencia no solo por sus extraordinarios vuelos, también por sus persistentes llamadas o avisos desde la atalaya donde pasaban horas y horas de avizor reposo.

Fuentes de Iberdrola informaron ayer que «el personal del grupo local salmantino SEO conocía, desde hace unas temporadas, la existencia de la pareja de halcones peregrino que anidaba en las inmediaciones de la presa de Almendra». En su seguimiento de las rapaces, los ornitólogos se percataron de que «durante varios años seguidos la cría no sale adelante y, por la zona donde se encontraba el nido, barajan la posibilidad de que podría deberse a predación de algún tipo de mamífero (zorro, garduña, etc.) o al expolio». Agentes medioambientales, por su parte, apuntaban ayer más al expolio humano que la acción de raposas o mustélidos.

La instalación de la nueva vivienda resultó una tarea comprometida por cuanto que «estamos hablando de una presa de 202 metros de altura, de descolgarse en el vacío, de posicionarse en el lugar elegido, de sujetar los anclajes y la estructura, de bajar la caja nido, de atornillarla y de rellenarla de sustrato». El objetivo de la iniciativa es que la pareja vea cumplido su deseo de sacar adelante una prole que desgraciadamente le está siendo imposible.

El halcón peregrino es una de las especies admirables del Parque Natural Arribes del Duero. En este caso comparten escenario con otras grandes aves como la cigüeña negra, los buitres y una corte de milanos; estos últimos especializado en la captura de alburnos. Pero el embalse de Almendra y su impresionante pared constituyen el hábitat predilecto de cerca de medio centenar de especies, algunas como los vencejos y las golondrinas, tan amantes de la velocidad como la pareja de halcones peregrinos que reina y domina la zona.

Existe la confianza de que la pareja acogerá de buen grado el nuevo hogar instalado al resguardo de una de las presas «de mayor altura de Europa occidental».