«Voy a dimitir en la Cámara Agraria Provincial, porque es lo más coherente ante tal situación», confirmó ayer Vicente Calzada, presidente provincial de Asaja, que al igual que sus compañeros del resto de la comunidad han decidido entregar a la Junta de Castilla y León «las llaves» de cinco cámaras agrarias provinciales que rigen para que se encargue de su gestión antes del sábado 30 de junio.

Esta decisión ha sido motivada por un recorte del 63 por ciento en la partida presupuestaria de la Junta para estas instituciones, pasando de 1,9 millones de euros en 2011, cuando ya hubo una importante reducción, a 700.000 euros en 2012, «lo que convierte en inviable su gestión».

Calzada asegura que «si alguien apostó, tiró y luchó por las cámaras agrarias ha sido Asaja y la administración no puede tumbarlo todo». Así, explicó que la Junta «en 2011 eliminó las subvenciones de temas importantes. Este año de casi dos millones ha bajado a 700.000 euros, que ahora mismo se han comido las nueve cámaras agrarias».

Asaja asegura que la Junta ha planteado una reducción de personal, para adaptarse al nuevo presupuesto, que supondría rescindir el contrato indefinido de 31 de los 58 empleados que tienen actualmente las nueve cámaras agrarias provinciales. Con los 700.000 euros de la partida de cámaras habría que afrontar el coste de 27 trabajadores más los gastos corrientes de cada una de las nueve oficinas provinciales, algo que «matemáticamente es imposible, por lo que se generaría un déficit que no se podría cubrir con otros recursos, puesto que las cámaras tienen prohibida por Ley la actividad mercantil; además, a estas alturas del año, los gastos en las nueve cámaras son ya superiores a ese importe».

El sindicato también lamenta que el gobierno regional plantea que el coste de los despidos de personal se afronte con un crédito bancario de cada cámara agraria con cargo a su patrimonio - constituido por lo general por la sede social-, con la promesa verbal de afrontar la cancelación del mismo con cargo a una partida presupuestaria en 2013. En este sentido, los presidentes de cámaras agrarias de Asaja «no están dispuestos a endeudarse hipotecando el patrimonio de todos los agricultores y ganaderos, ya que tienen dudas razonables sobre la cancelación de estos créditos y piensan que se terminarían refinanciando, por lo que a medio plazo se comerían todos los bienes patrimoniales». Calzada augura que la situación el próximo año no va a ir a mejor y que según se confirmó durante la reunión del martes «el próximo año no va a haber más , pero menos si puede ser».

El presidente provincial de Asaja confirmó a este diario que la próxima semana mantendrá una reunión con los seis representantes del sindicato agrario en la cámara agraria zamorana para conocer cual será su postura ante la decisión de los presidentes de las cinco cámaras agrarias presididas por Asaja -Salamanca, León, Palencia, Soria y Valladolid-, y el resto de cargos electos, que presentarán su dimisión de forma irrevocable.

«Claro que voy dimitir», exclama Calzada. «Así no se puede llevar una cámara, de una forma dictatorial que echa gente a la calle y que no se pueda hacer nada». El dirigente provincial de Asaja argumentó que «queremos que las cámaras sigan vivas» pidió que la Junta destine los 9 millones de euros que «se ahorrado en la remolacha y en los seguros agrarios».

A pesar de los radical de la decisión adoptada por los responsables de Asaja en la región Calzada confirma que «no va a haber marcha tras si no se cambian los Presupuestos».

A su vez confirmó que el presidente regional de la organización agraria, Donaciano Dujo, está manteniendo contactos con otros sindicatos para informarles de la decisión adoptada.