El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, defendió ayer la iniciativa tramitada ante la Unión Europea para retirar la protección del lobo ibérico al sur del Duero.

En declaraciones a los periodistas en Jerez, donde ayer ejerció su derecho al voto en las elecciones andaluzas, Arias Cañete ha advertido de la necesidad de compatibilizar la «conservación de la especie» con los «desarrollos económicos» de las poblaciones ganaderas, que se encuentran amenazados por la presencia de estos animales. El ministro ha recordado que la petición persigue «que las normas sean iguales al norte y al sur» del Duero, partiendo de la base de que el lobo ibérico no es una «especie en extinción» porque «se ha reproducido con enorme intensidad» en estos últimos años.

Por este motivo, Arias Cañete entiende que «las circunstancias no pueden ser ahora las mismas» que cuando se estableció esta protección, ya que el lobo ibérico «se ha multiplicado» y, por tanto, «debe gestionarse igual que otras especies». Arias Cañete reitera que «lo que se ha pedido» a la UE es «flexibilidad» en la gestión de la población del lobo para que se pueda mantener «un número razonable» de animales «que no comprometa el desarrollo de la actividad ganadera».

En opinión del ministro, los ataques del lobo ibérico a las explotaciones ganaderas no son realizados ya «por ejemplares aislados» sino por «manadas completas que se han desplazado de sus hábitats naturales» y que además se encuentran «mucho más cerca» de las poblaciones ganaderas.

Asimismo, Miguel Arias Cañete, ha pedido a Bruselas más «flexibilidad» en la gestión de las poblaciones de lobos para que esta especie deje de ser «una amenaza» para los ganaderos ante las pérdidas que ha denunciado este sector.

El titular de la cartera de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha achacado la «enorme intensidad» a la que ha pasado a reproducirse esta especie --que ha cuantificado en más de 2.000 ejemplares-- a la «efectividad» de las normas de conservación de las que se ha dotado España, pero ha apostado por seguir en esta línea «sin mermar los desarrollos económicos» por las «graves» perdidas denunciadas por la población ganadera.