Requejo se viste un año más con sus mejores galas para celebrar la festividad en honor a la Virgen de Guadalupe, patrona que comparte con los vecinos gallegos de Rianxo. Este año, a diferencia de los anteriores, no se ha producido el hermanamiento entre los vecinos de Rianxo y los de la localidad sanabresa. Este hecho se debe a que las asociaciones, tanto la gallega como la sanabresa, han decidido que el acto de confraternización entre ambas localidades tenga lugar cada dos años con el fin de reducir costes. Además, se han producido cambios en el organigrama del ayuntamiento de Rianxo y «hasta que no se conozca al nuevo alcalde de la localidad gallega no se sabe si va a querer seguir la línea de años anteriores», ha afirmado Santiago Cerviño, alcalde de Requejo.

Los actos festivos dieron comienzo a las doce y media del medio día con la misa en honor a la Virgen de Guadalupe, también conocida como «la morenilla» que tuvo lugar en la parroquia de San Lorenzo del Escorial. La celebración religiosa estuvo amenizada por la charanga orensana «Támega» que emocionó a los allí presentes, en especial cuando uno de los componentes realizó un solo dedicado a la Virgen. Durante la ceremonia eclesiástica, se vivieron momentos de preocupación cuando una mujer se desvaneció y tuvieron que acudir al templo los servicios sanitarios de emergencia del 112. Finalmente todo quedó en un susto y la señora no tuvo que ser hospitalizada.

La procesión recorrió las principales calles de la localidad hasta desembocar de nuevo en la Ermita de Guadalupe donde la Virgen descansará hasta el próximo año. La Virgen de Guadalupe fue portada tanto por hombres como mujeres y en algunos de ellos se podían observar lágrimas en los ojos, símbolo de la devoción que los vecinos de Requejo sienten por su virgen. El momento más emotivo se produjo cuando la procesión se detuvo y los vecinos de la localidad sanabresa le cantaron a la Virgen la Salve y se escucharon varios «Viva la Virgen de Guadalupe» y «Viva Requejo».

El alcalde de Requejo, Santiago Cerviño, además de por sus vecinos estuvo también acompañado por el vicepresidente de la Diputación, Aurelio Tomás y alcaldes de la comarca como Herminio Aparicio, alcalde de Cernadilla; Francisco Antón Rapino, alcalde de Mombuey; el alcalde de Porto, Rogelio Carracedo, y Jesús Fernández, alcalde de Palacios.

Al finalizar la ceremonia religiosa, los vecinos de Requejo se desplazaron hasta el río para participar en la tradicional comida festiva. Después de comer la fiesta no decayó gracias a la música de la charanga «Támega» que animó a los presentes a salir a la pista de baile.