El juzgado de lo Penal de Zamora dejó ayer visto para sentencia el juicio contra P.G.L., acusado de un intento de hurto de dos perros galgos en el corral de una casa de la localidad de El Pego, donde supuestamente se introdujo para sustraer los animales, algo que no pudo conseguir, ya que el dueño de la casa le recriminó su acción cuando lo descubrió al asomarse a la terraza de la vivienda.

La defensa del acusado pidió su total absolución aludiendo al principio jurídico del «in dubio pro reo», ya que, según la abogada, son varias las circunstancias que impiden saber con certeza que su defendido estuvo en el lugar de los hechos, ocurridos en agosto de 2006, como es el hecho de que no se encontraran huellas del acusado en el lugar o que ningún testigo lo viera.

Lo que vincula al acusado con el delito es el vehículo que los testigos vieron ese día en el pueblo, cerca de la casa donde entraron a robar, y que pocos días antes había comprado de segunda mano. El acusado aseguró que en el momento en que ocurrieron los hechos se encontraba de vacaciones y que cuando volvió sí se percató de que el vehículo no estaba en el mismo sitio en el que lo dejó aparcado pero que, viendo que no le faltaba nada del interior, no le dio más importancia.