Más de cien personas se reunieron en el Centro Cultural de Villardeciervos para participar en la subasta de 16 permisos de caza mayor en la Sierra de la Culebra. La recaudación total por once ciervos, tres lobos y dos corzos subastados fue de 113.800 euros, 21.900 menos que la obtenida en la edición de 2008, aunque este año se subastó un permiso menos para la caza de un ciervo.

El ejemplar que alcanzó un mayor precio en la subasta fue un lobo por el que se pagó la cantidad de 9.100 euros, que contrasta con los 11.500 alcanzados el año pasado. Los otros dos lobos llegaron a 8.900 y 8.800 euros en las pujas.

Lo mismo ocurrió con los ciervos, que en 2008 alcanzaron la cota de los 12.500 euros, mientras que el más caro no pasó de 9.000. «Estamos razonablemente satisfechos con lo recaudado en la subasta aunque se ve que la crisis también ha llegado a la caza mayor porque la tendencia a la baja es clara, pero no de ahora, sino que se viene produciendo desde hace tres años», comentó José Manuel Soto, responsable de Medio Ambiente de COAG, haciendo referencia a la edición de la subasta de caza de 2006, cuando se alcanzó la espectacular cifra de 134.800 euros. Desde entonces, la cantidad recaudada ha ido disminuyendo, como atestiguan los 121.500 euros de 2007 y los 113.800 de este año, con la fluctuación al alza de 2008, cuando se llegó a los 135.700. «Aunque ahora vamos hacia atrás después del tope de 2006, tal y como están las cosas se puede valorar positivamente la jornada, considerando también que muchos de los presentes eran meros espectadores y con ganas de comprar había poca gente», añade.

José Manuel Soto apuntó que la subasta de la Reserva Regional de Caza Sierra de la Culebra «es la que marca los precios de la caza en toda la provincia y la referencia para los cotos de caza mayor, de manera que quienes se dedican a este negocio están muy interesados en que los precios estén altos en esta Reserva para valorar los mejor posible sus piezas».

El responsable de Medio Ambiente de COAG señaló que «hemos sido promotores de que esto se haga de forma pública y se pueda sacar la mayor cantidad posible de dinero para que se reparta entre los municipios y localidades de la zona».

En este sentido, Soto comentó que «este sistema ha servido para acabar con el caciquismo que había antes» y recordó que «en 2003, la Junta de Castilla y León le regaló un ciervo al que entonces era vicepresidente del Tribunal Constitucional, el fallecido magistrado García Calvo, por el terreno que tiene la Junta en la finca del Casal, entre Tábara y Abejera». Respecto a los destinatarios últimos de los permisos de caza, la tónica sigue siendo la de las anteriores ediciones, con todo el protagonismo para los intermediarios. «Las piezas se vuelven a revender por lo general o se cambian. Normalmente, el que viene a cazar no viene a comprar porque sabemos todos que aquí vienen a cazar apellidos muy ilustres», explica Soto.