Castilla y León dispondrá de un censo de víctimas de la Guerra Civil, subvenciones para exhumaciones, con una primera orden de ayudas de 100.000 euros este mismo mes, y los alumnos de ESO y Bachillerato estudiarán "educación en la verdad" de los hechos ocurridos durante la contienda y la dictadura franquista.

Así se recoge en el decreto de la memoria histórica y democracia de Castilla y León que ayer aprobó el Consejo de Gobierno y que detalló el vicepresidente de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez. El objetivo fundamental es "colaborar en la búsqueda y exhumación de las víctimas de la Guerra Civil para que sus familiares les puedan enterrar", ha sostenido el también consejero de la Presidencia, para quien una democracia no se puede permitir "tener muertos en las cunetas desde hace ochenta años" y no saber dónde están enterrados los muertos.

Otra de las iniciativas que incorpora el decreto es la posibilidad de hacer un banco de ADN, en el que puedan quedar guardadas las pruebas biológicas de los descendientes de alguna víctima de la Guerra Civil o el franquismo para ayudar cuando se encuentren resto .

También se prevé que de forma inmediata, para lo que la Consejería de Educación elaborará una unidad didáctica, se pueda incluir en los contenidos de la ESO y Bachillerato estudios para "conocer la verdad de los hechos ocurridos durante la Guerra Civil y la dictadura franquista".

El consejero de la Presidencia, que ha valorado el trabajo hecho por el procurador del PSOE Álvaro Lora. El decreto incluye un Consejo Técnico autonómico para autorizar las exhumaciones, con carácter vinculante para los alcaldes a los que afecte. Se creará un Consejo Asesor y habrá un mapa de fosas comunes.