Rajoy visitó León para resarcir a la ciudad del comentario hecho en un artículo publicado en el diario británico The Guardian en el que atribuía a Inglaterra el origen del parlamentarismo europeo. Ayer, en su comparecencia en el histórico claustro reconoció a León esa cuna mientras en el entorno del recinto un centenar de personas le recordaban el error con gritos y banderas.

Rajoy llegó a la ciudad en AVE e hizo su primera parada en el Instituto Nacional de Ciberseguridad, para llevar a cabo una visita "muy instructiva". Después destacó la labor que llevan a cabo en ese centro y la importancia de la lucha contra las amenazas cibernéticas.

El siguiente destino fue la plaza de San Isidoro, desde donde accedió al espacio que alberga el Cáliz de Doña Urraca, que algunos investigadores identifican como el Santo Grial, y cuya versión en tres dimensiones pudo conocer. También visitó el Panteón de los Reyes y después recorrió el perímetro del claustro durante un paseo en el que se le hizo entrega de una reproducción de los Decreta.

El acto institucional tuvo lugar en el centro del claustro, donde cada año se desarrolla la ceremonia de las cabezadas y le precedieron en el uso de la palabra el alcalde y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; ambos para agradecer su presencia y también para reclamar mejoras e inversiones en León y en la comunidad. El presidente recordó al inicio de su intervención, de diez minutos de duración, que vivió en León, muy cerca de San Isidoro, en la calle del Cid, entre los cinco y los 15 años, por lo que para él se trata de una ciudad más que cercana.

Además de hablar de infraestructuras ferroviarias y la situación de Cataluña, Rajoy dijo recoger los guantes lanzados por Silván y Herrera y ensalzó los valores históricos y actuales de León.

La jornada de visita prosiguió con un paseo por la que fue su calle que le llevó a compartir un aperitivo en el Camarote Madrid, antes de terminar su estancia con una comida en Casa Mando, otros establecimiento muy conocido de la capital.

Rajoy anunció en León que las obras de integración ferroviaria de la capital concluirán antes de que acabe el año, una actuación que, precisó, permitirá reducir los tiempos de viaje entre Madrid y Asturias entre 15 y 20 minutos gracias a la supresión del fondo de saco actual de la estación de trenes.