"Cleopatra Filopátor Nea Thea" fue la última reina del Antiguo Egipto, famosa por sus secretos de belleza y sus baños en leche de burra. Este ingrediente "tan preciado" era considerado como la fuente de la eterna juventud, utilizado también por reinas, nobles e ilustres personajes dadas sus propiedades nutritivas y beneficiosas para la salud y el bienestar. Basándose en esta filosofía, la ingeniera salmantina Elsa García Martín decidió recuperar esos beneficios, aunando la tradición con el conocimiento y la innovación, para crear su empresa de cosmética y nutrición ecológica con leche de burra. Así nació "Neathea".

La idea surgió de la tradición familiar. Y es que la madre de García Martín es farmacéutica y siempre ha estado muy vinculada a las formulaciones y los ensayos con productos naturales. Con esa sabiduría y experiencia, decidieron darle un enfoque moderno al proyecto a la empresa y probaron con la leche de burra. En un primer momento hicieron pruebas con jabones, cremas faciales y bálsamos labiales y comprobaron que "los resultados eran visibles desde el primer momento". Eso es lo que convenció a Elsa para llevar adelante su proyecto. Con el tiempo, han conseguido tener en el mercado sus propios jabones y labiales, y en las próximas semanas lanzarán la línea de cosmética natural, con 15 productos nuevos.

Su compañera de laboratorio, María García Curto, señala que se interesó por el proyecto porque "me conquistó la idea y la ilusión que ponen".

La actividad de esta empresa salmantina, que nació en un entorno rural, gira en torno a las burras, que "son el corazón de Neathea". Como explica Elsa García, su pequeña explotación en el municipio de Sieteiglesias de Tormes proviene de la raza zamorano-leonesa. Una raza que está en peligro de extinción desde 1987 y que, en la actualidad, el número de ejemplares no alcanza el millar.

Según explican, en 1995 un grupo de ganaderos de Zamora se propuso evitar la desaparición de esta raza y comenzó una labor de recuperación para velar por su mantenimiento. En ese deseo de proyecto sostenible, de desarrollo rural y ecológico, "Neathea" decidió contar con estas burras para su proceso. Por el momento tienen una explotación pequeña pero esperan aumentar el número conforme consigan resultados en el mercado con sus productos. Uno de los secretos del proyecto es que comparten esta leche con el buche, la cría de la burra de esta raza. Así, "la burra la amamanta por la noche y por la mañana las separan y se ordeñan". El hecho de que siga amamantando "hace que su leche tenga unas proteínas que ayudan a reforzar el sistema inmunológico", como explica Elsa García, y esto "solo se encuentra en la leche materna y la de burra".

Para la elaboración de sus productos, esta empresa salmantina obtienen la leche de sus burras, y según indican "se pasteuriza, refrigera y congela". Mediante el proceso de liofilización se pasa de la leche congelada al polvo. De este modo, pasa de una forma muy rápida, donde solo se elimina el agua y el polvo que queda mantiene las propiedades de la leche inicial.

Así elaboran sus cosméticos naturales cien por cien, que "hidratan en profundidad, combaten el envejecimiento prematuro e incluso eliminan las manchas de la piel", apuntan. En cuanto a la nutrición, su importancia radica en que "es la leche más parecida a la materna" con enzimas que la hacen beneficiosa para la salud. El proyecto recibió recientemente una subvención para la investigación en el ensayo de los efectos que tiene esta leche en las personas mayores. Por ello, como cuenta su promotora, colaborarán con algunas residencias.