La tarde del 11 de enero de 1930 no fue una más en Burgos. Quienes llenaron las más de mil butacas del cine más emblemático de la ciudad, el añorado Coliseo de Castilla, fueron testigos casi sin saberlo de una hazaña histórica. La sala de la capital burgalesa acogió el pase, en primicia, de la primera película con sonido producida en España. Una cita que pasó sin mucha gloria por varias salas de España haciendo historia al igual que su productor, un vecino de Belorado, Feliciano Vitores, al que la historia del cine rescató hace apenas 20 años del más absoluto de los olvidos. He aquí la historia de la primera película con sonido española: "El misterio de la Puerta del Sol".

Corrían los locos años 20 cuando un aventurero vecino de la villa de Belorado se hizo con la patente en España de Phonofilm. Un sistema que hacía posible que el sonido quedase inscrito fotográficamente en la misma película que la imagen. Una auténtica oportunidad que este vecino de Belorado vio después de que su amigo, el cineasta Francisco Elías, le pusiera en contacto con el inventor del aparato: Alexander Lee De Forest. Una causalidad que hizo posible que a finales de los años 20, Vitores y Elías unieran fuerzas e ingenio en aras a materializar la primera película con sonido.

"Sabemos que fue un vecino de nuestro pueblo quien produjo la película y también sabemos que la cinta estuvo olvidada muchos años en un ático del pueblo sin que nadie supiera de su existencia", recuerda el alcalde de Belorado, Luis Jorge del Barco, que entiende que Vitores fue una de las personas "más entusiastas" que han pasado por la villa y una de las "más importantes" y a la vez, "olvidada" de la historia.

Una historia que comenzó a escribirse hace casi 90 años cuando Vitores llevó a las calles de la capital española su moderno "Fonofilm" para sacar fuera de la pantalla el sonido del claxon de los coches que pasaban por la transitada Gran Vía o acercar el sonido de la linotipia de una imprenta española. También hizo posible algo que para los españoles era impensable: escuchar la voz de un actor de forma sincronizada con la imagen.

El Madrid de 1929

"El Misterio de la Puerta del Sol" se rodó de forma íntegra en Madrid bajo la dirección de Elías. El trabajó arrancó en el otoño de 1929 y concluyó poco antes de que finalizara el año de la crisis mundial más importante del siglo XX. En ella participaron actores tan conocidos como Juan de Orduña, Teresa Peneca y Anita Moreno dando vida a una trama centrada en el alocado sueño de dos empleados de una linotipia, "locos" por ser estrellas de cine y poder viajar hasta América. Una hazaña nunca resuelta para la que se utilizaron planos medios, primeros planos y hasta un plano cenital rodado desde una avioneta con imágenes aéreas en las que se puede observar cómo era el Madrid de 1929.

Asimismo, Vitores quiso reflejar en la cinta el entorno, y lo que es más importante, el sonido del momento. De este modo, se rodaron secuencias cortas en espacios tan emblemáticos como la Puerta del Sol y el Caserón de San Vitores de Ciudad Lineal. En interiores, el rodaje se centró en los periódicos más conocidos del momento en Madrid: "El Heraldo de Madrid" y "El Liberal" donde el espectador que hoy contempla la película puede hacerse una idea de la complejidad del trabajo que diariamente se llevaba a cabo en un taller de impresión donde las noches eran eternas y el goteo de trabajo era constante.

En su crónica, a la que ha tenido acceso Ical, el periodista habló del pase como si de un sueño se tratara. "La sincronización conseguida es perfecta; la palabra se corresponde exactamente con los movimientos de los labios", precisó el autor de la noticia, que sin embargo no dio matrícula de honor al pase al entender que hay sonidos que "dependen de la acústica del local". En su nota, quiso elogiar el empeño de Vitores "quien sin los colosales medios con los que cuentan los poderosos estudios de Norte América, ha sabido editar la primera película con cine sonoro de España".

Pese al momento, Vitores se arruinó con la película. Las salas de cine de España no estaban preparadas para acoger el pase de una cinta con sonido y la distorsión del mismo y otros problemas llevaron a que los pases se redujeran a un número meramente testimonial. Como ejemplo del "descalabro", un artículo del "Heraldo de Zamora" fechado en febrero de 1930 en el que se hablaba del pase como "un fracaso absoluto" debido a la cantidad ingente de ruidos que la producción producía en los obsoletos sistemas cinematográficos de los cines españoles.

"Pese a todo hay que reconocer que es una de las hazañas más importantes del mundo del celuloide y Belorado va a estar a la altura para reconocer a nuestro vecino", explica el alcalde del pueblo natal del productor. Una villa en la que se conservó en el más absoluto secreto el celuloide que, pese al ruido del momento, llevó a la ruina al productor beliforano.

La lata que contenía "El Misterio de la Puerta del Sol" durmió ajena a la Guerra Civil, la dura posguerra y se perdió la aparición del cine en color en un altillo de una vivienda que la familia de Vitores tenía situada en la calle Hipólito Ruiz López de la población. Fue en el año 1995 cuando la hija del productor salió a la palestra después de que un responsable de la Filmoteca Española tuviera conocimiento de la existencia de una de las películas más importantes y olvidas del cine español.

Cristina Vitores desempolvó el ático familiar y la lata que contenía el famoso celuloide. Ni ella conocía la importancia del mismo para la industria del cine. Pocos meses después de donarlo, la hija del productor falleció víctima de un cáncer. Por fortuna, el misterio quedaba resuelto y bien custodiado en manos de la Filmoteca Nacional ha sabido restaurar la cinta y valorar los méritos que el tiempo le robó.