El festejo del Toro de la Peña en Tordesillas (Valladolid), que sustituyó por primer año a la antigua tradición del Toro de la Vega, se inició ayer en torno a las 11.17 horas con cierta normalidad no exenta de algunos forcejeos e incidentes de menor calado entre vecinos y antitaurinos, dada la crispación que ha suscitado en el pueblo la norma de las Cortes de Castilla y León que impide alancear al astado hasta su muerte. La lluvia y el viento marcaron el encierro minutos después de su inicio sin que dejaran de arreciar durante todo el recorrido con rachas de mayor y menor intensidad.

Las inclemenciass climatológicas acompañaron a Pelado -que así se llama el morlaco de 660 kilos y cinco años de edad que protagonizó el festejo- que partió de la calle de San Antolín hasta los prados de Zapardiel. Tras un pequeño recorrido a campo abierto, el astado decidió saltarse el guión y volvió hacia el puente sobre el río Duero desde donde comenzó el festejo, siendo los caballistas los que le recondujeron de nuevo al campo para ser acogido en los corrales habilitados al efecto. El festejo del Toro de la Peña duró hasta las 12.10 horas cuando la tradicional bomba sonó para anunciarlo con un ambiente húmedo, una baja considerable de la temperatura y los participantes y el fuerte dispositivo policial con sus ropas visiblemente mojadas.

Los antituaurinos -protegidos por un cordón policial de 120 agentes del Grupo Rural de Seguridad (GRS) de la Guardia Civil y otros 80 policías nacionales- apenas pudieron acercarse al lugar del encierro como era su intención, pero no pudo evitarse que se produjeran algunos incidentes con vecinos del pueblo. Se registraron ya por la mañana en la rotonda junto al puente sobre el río Duero, donde hubo cruce de gritos increpatorios y algunos encuentros físicos, que se saldaron con un antitaurino que sufrió un fuerte bastonazo en un costado, sin que los servicios sanitarios tuvieran que atender heridos.

La lluvia torrencial que cayó sobre Tordesillas obligó a que el cordón policial cercara al grupo de antitaurinos -en torno a un centenar- mientras que los vecinos se refugiaron muy cerca en unas carpas y las marquesinas de un aparcamiento pasado el puente del Duero con cruce de reproches mutuos a favor y en contra del Toro de la Vega. En las inmediaciones, poco antes de concluir el festejo, un joven rompió el cerco de seguridad policial y se abalanzó contra un grupo de vecinos, siendo separado por los agentes, lo que no impidió que la tomara con un trípode de un cámara de Radio Televisión de Castilla y León (RTVCyL) lanzándolo de forma violenta contra el suelo, sin que el incidente fuese a mayores.

La manifestación previa, que empezó sobre las 10.15 horas, fue secundada por cientos de vecinos, convocados por la Plataforma Ciudadana en Defensa del Toro de la Vega en unos 300 metros de recorrido hasta el lugar donde comenzó el festejo.