La vicepresidenta y portavoz de la Junta, Rosa Valdeón, pidió ayer al Ayuntamiento de Tordesillas que mantenga la celebración del Toro de la Vega eliminando su parte más "cruenta" y aseguró que la mejor manera de mantener la tradición es adaptarla a la sensibilidad de hoy en día, "dado que en caso contrario sí se corre el riesgo de pederla".

"Lo lógico, lo más pragmático y lo mejor para Tordesillas y para Castilla y León es seguir mintiendo un festejo que es muy atractivo para los aficionados, pero evitando esa parte cruenta, que es la que estaba generando un desapego y una mala imagen de Tordesillas y de la comunidad", aseveró, a la vez que reconoció que esta modificación no será sencilla. La vicepresidenta reconoció que el Ayuntamiento de Tordesillas está en su derecho de recurrir el decreto-ley ante el Tribunal Constitucional, pero insistió en que el Ayuntamiento deberá modificar el reglamento del torneo para adecuarlo a la ley de la manera que crea más conveniente, "pero teniendo claro que lo que no se puede hacer es lo que se prohíbe". Valdeón también recordó que el decreto-ley prohíbe la muerte de las reses en público y resaltó que en todo la comunidad sólo afecta al Toro de la Vega.

"El resto de los festejos populares tradicionales de la comunidad están y seguirán estando, e igual ocurrirá con la tauromaquia", sentenció. Por último, la vicepresidenta se mostró convencida de que con la nueva normativa se protege la tradición y los intereses económicos de Tordesillas.

Por otro lado, Rosa Valdeón calificó de "razonable y lógico" el incremento del tramo exento en el impuesto de sucesiones, que a partir de hoy pasa de 200.000 a 250.000 euros. La modificación de este impuesto supondrá que la Junta deje de ingresar anualmente unos diez millones de euros. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Valdeón resaltó que se trata de una medida que beneficiará a las clases medias y bajas.