Los trabajadores de Tragsa en Castilla y León continuarán con las movilizaciones como la huelga general del próximo martes hasta que la dirección de la empresa pública readmita a todos los empleados despedidos que, según fuentes sindicales, están siendo sustituidos por eventuales. De esta manera, califican como "insuficiente" la paralización del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que el presidente de la compañía publicó el jueves en una carta colgada en la intranet. El presidente del Comité Intercentros de Tragsa en Castilla y León, Antonio Lozano, de UGT, declaró ayer que la empresa se ha olvidado de los 555 trabajadores que han sufrido despedidos, de los que 70 pertenecían a Tragsa y su filial Tragsatec.

Cierre con beneficios

Lozano insistió, que no hay justificación para los despedidos en una empresa sin problemas económicos. Es más, apuntó que la dirección ha facilitado un avance de las cuentas económicas del 2015 con la previsión de cerrar el ejercicio en Castilla y León con 81 millones de producción y con un 8 por ciento de beneficios. "Nosotros siempre hemos tenido años con números positivos", reconoció. A su juicio, Tragsa apuesta por la precariedad laboral y destruir el sector público.

El presidente del comité de empresa recordó que la dirección no ha retirado el ERE sino que, gracias a la presión mediática, solo lo ha dado por concluido. El procedimiento de despido colectivo coincide ahora con la contratación de veterinarios eventuales en comunidades como Extremadura y Asturias.