Castilla y León "no se opone por oponerse" a la senda del déficit diseñada por el Gobierno e informada este miércoles en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, pero sí pide "cierta flexibilidad" para poder alcanzar su cumplimiento.

La portavoz del Gobierno de Castilla y León, la zamorana Rosa Valdeón, recordó ayer, en su primer consejo de Gobierno como portavoz de la Junta, el "rigor y lealtad" de esta comunidad autónoma en la gestión del dinero público, "nadie nos lo puede reprochar", y aclarado que "no existe ninguna intención política" en el voto de abstención que expresó la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, al calendario presentado por Cristóbal Montoro.

El itinerario del techo de gasto establecido para los próximos tres años es el 0,3 por ciento en 2016 -para el que Castilla y León pide un alivio de dos décimas al alza-, del 0,1 por ciento en 2017 y del cero por ciento o estabilidad presupuestaria en 2018.

"Hay que contener el déficit, es una obligación, pero no estamos de acuerdo en la cuota que asigna el Ministerio", insistió Valdeón durante una rueda de prensa celebrada al término de la primera reunión de trabajo de los consejeros del nuevo Gobierno autonómico.

La distribución del déficit entre el Gobierno y las autonomías, ha anotado también, "ha de ser más proporcional" habida cuenta de que éstas gestionan el 25 por ciento de un presupuesto estructural vinculado a los servicios sociales, la atención a la dependencia y la sanidad.

"Hay veces en que el "café para todos" no vale y hay que ser más flexible con los cumplidores", volvió a reclamar no sin antes recordar que Castilla y León "cumplirá y seguirá cumpliendo los objetivos" de déficit.

Por otro lado, los nuevos consejeros del Gobierno de Castilla y León expondrán su programa para esta IX Legislatura (2015-2019), "a finales de agosto o principios de septiembre", en función del calendario que decidan las Cortes regionales. El Gobierno regional registró ayer en el parlamento la petición.