El presidente de la Diputación provincial de Soria, Antonio Pardo, imputado por prevaricación administrativa, aseguró ayer, tras declarar ante la juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Soria, que «se sostiene de pie porque tiene fortaleza, pero que hay momentos en los que piensas en arrojar la toalla».

Pardo y la vicepresidenta de la institución, Ascensión Pérez, prestaron declaración durante dos horas por el denominado caso «Lourdes Revuelto». Lourdes Revuelto demandó a la Diputación por prevaricación y por ir contra la integridad moral. La demanda afecta a los 16 diputados que aprobaron la supresión del puesto de administradora de la residencia de Navaleno, que ocupaba la demandante.