El presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), José Valín, aseguró ayer que el campo sufre «una sequía muy grave», pero abogó por evitar «alarmismos» y «tensiones» entre regantes de distintas provincias.

José Valín, quien fuera consejero de Agricultura de Castilla y León durante 11 años, protagonizó ayer por la mañana un café de redacción de la Agencia Efe, celebrado en el Museo de Arte Contemporáneo Español Patio Herreriano de Valladolid, con motivo de su reciente nombramiento.

«Es una sequía muy grave, sí que es verdad», arrastrada desde el pasado otoño, pero es necesario «esperar» un tiempo antes de tomar determinadas decisiones, aseveró el titular de la CHD, al recordar años como 1993, cuando hubo una gran sequía en otoño e invierno, pero sin embargo comenzó a llover de forma abundante en abril. En cualquier caso, el presidente explicó que se prevé que éste sea un año «complejo» para los riegos agrícolas, por lo que auguró que «probablemente habrá que adelantar la campaña» de regadío, que habitualmente comienza en abril.

Los problemas en la nascencia de algunos cultivos, en especial el cereal, obligarán a adoptar decisiones «pronto», ante «los nervios y la demanda» de agua por parte de muchos agricultores, añadió. Por ello, «en breve» comenzarán las reuniones con comunidades de regantes, la semana que viene, entre ellas las que dependen del embalses leonés de Riaño.

José Valín subrayó que las zonas que dependen de este embalse, en provincias como León, Palencia, principalmente, Zamora o Valladolid, en menor medida, tienen «una problemática concreta», lo que requiere «analizar de forma explícita» las posibilidades de «reparto de aguas».

En este punto, Valín se pronunció sobre la llamada «guerra del agua», generada por las demandas de prioridad en el reparto para el riego en León, que han suscitado una reacción en contra en Palencia. «Es una escalada de tensión quizá demasiado alarmista», dijo el presidente, porque el riego dependiente de Riaño «no está amenazado».

No obstante, ha recalcado que las zonas que dependen de Riaño no es lo que más le preocupa, sino otras como el Bajo Duero o el Pisuerga, en provincias como Valladolid o Zamora. José Valín lamentó que los problemas por la sequía en esta y otras zonas se deben en buena medida «por no haber realizado la regulación alternativa», es decir, por carecer de infraestructuras de gestión del agua pendientes desde hace años.